De esta manera, señala el doctor José Manuel Hernanz Hermosa, coordinador del curso, "es más fácil para el pediatra saber cuándo debe tratar a un paciente y cuándo debe remitirlo al dermatólogo".

Según el doctor Herranz, un curso como el que empieza hoy sirve para poner sobre la mesa los principales retos de la dermatología pediátrica, entre los que destaca el mejor control de las enfermedades inflamatorias cutáneas crónicas que tienen una elevada incidencia en la población infantil (dermatitis atópica y psoriasis).

Igualmente, el control médico periódico de las lesiones pigmentarias acompañado de educación sanitaria para la prevención futura del cáncer cutáneo y, sobre todo, la mejora en la calidad de la asistencia dermatológica de los niños.

Gregorio Marañón atiende cada año a cerca de 1.200 niños a causa de problemas dermatológicos, y realiza también alrededor de 60 intervenciones quirúrgicas para la extirpación de tumores pigmentarios, lunares y quistes.