El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, inauguró hoy estas obras, que suponen, además, la eliminación de la barrera física que suponía la A-1 para los residentes de los nuevos desarrollos urbanísticos de Sanchinarro y Las Tablas y la regeneración del paisaje urbano de esta zona.

Según Gallardón, este proyecto, que ha supuesto una inversión de 51,7 millones de euros y unas obras que han durado 28 meses, refleja "la apuesta decidida del Gobierno de la ciudad por favorecer el desarrollo sostenible y equilibrado de Madrid, ofreciendo a los ciudadanos, con independencia de donde residan, las máximas opciones de movilidad".

Las obras han afectado al tramo comprendido entre los puntos kilométricos 9,300 y 11,800 de la A-1, que disponía sólo de vías de servicio de dos carriles, que se convertían en tres por sentido en la calzada central. Con la ampliación, el tronco central de la autovía cuenta ahora con cinco carriles por sentido y se han eliminado tres zonas de trenzado, con lo que se consigue separar el tráfico local del de largo recorrido, eliminando así interferencias y riesgos.

El alcalde aseguró que "un mínimo de 327.000 personas (180.000 conductores de vehículos y 147.000 usuarios de los 3.589 autobuses del Consorcio Regional de Transportes o de la EMT) se beneficiarán diariamente de las mejoras que en la movilidad y la seguridad proporcionan estas nuevas vías".

Gallardón añadió que también sentirán directamente los beneficios de estas obras los más de 75.000 vecinos que van a residir en las 25.840 viviendas de los nuevos barrios de Sanchinarro y Las Tablas. Tres nuevos puentes y las nuevas entradas y salidas facilitan su movilidad y eliminan el efecto frontera que suponía la autovía entre los dos barrios.

El proyecto ha tenido también presente a peatones y aficionados a la bicicleta, de manera que se han construido más de 11.000 metros de aceras, un paso peatonal y una vía ciclista en el puente que une los dos nuevos barrios y que formará parte del Anillo Ciclista.

Además, el ayuntamiento asegura que si fueron 978 los árboles que se vieron afectados por las obras, hoy, tras su conclusión, la zona cuenta con casi mil ejemplares más, ya que se han reforestado y ajardinado 49.500 metros cuadrados de terreno y plantado 1.901 árboles, a los que hay que sumar otros 6.000 "para compensar" en el Parque Forestal de Entrevías.