Pobreza
Más de 27 millones de personas sufren desnutrición aguda severa en el Sahel Central
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Más de 27 millones de personas sufren desnutrición aguda severa en Burkina Faso, Níger y Malí, y otros 16 millones más pueden caer en esta situación si dejan de recibir ayuda alimentaria.
“Estamos hablando de casi la población de España”, según alertó este jueves Acción contra el Hambre de cara a la Reunión de Alto nivel de la Comisión Europea sobre la situación humanitaria en el Sahel Central que se celebra hoy.
Según Manuel Sánchez Montero, director de Incidencia y Relaciones Institucionales de Acción contra el Hambre, “estamos en un momento muy difícil donde se juntan las consecuencias de 3 grandes crisis, las 3 C como decimos: los conflictos, la crisis climática y la covid-19.
Estas tres se retroalimentan y acentúan el problema del hambre”, puntualizó Kambire Sanzan, director de Acción contra el Hambre en Malí. “Es un círculo vicioso que tenemos que romper”.
Destacó que la inestabilidad política y social que observamos en Malí y Burkina Faso y la multiplicación de episodios climáticos cada vez más extremos (sequías prolongadas e inundaciones) provocan desplazamientos masivos de población. “Sólo entre los tres países citados, suman más de 3,2 millones de desplazados internos”.
“Además de sufrir la violencia y el agotamiento de los recursos, la población se ha visto también atrapada e inmovilizada por las restricciones de la covid”, continuó, y con aún menos oportunidades de desarrollo por el daño económico provocado por la pandemia.
En su opinión, “estamos en una situación muy similar a la crisis humanitaria del 2012 o incluso de la gran crisis de 1984, que llevó a millones de personas a la hambruna e hizo rebrotar la situación de violencia y de conflicto en la región.
Las últimas sanciones anunciadas por la Cedeao y apoyadas por la Unión Europea contra Malí, que incluyen el cierre de las fronteras, imposición de un embargo comercial, retirada de la ayuda financiera y la congelación de los activos del país en el Banco Central de los Estados de África Occidental, “ponen en jaque no solo a una institución, sino a toda una población ya muy debilitada”, advirtió.
Esas medidas ponen el país frente a su peor crisis de inseguridad alimentaria en la última década, y recordó que es el momento de aumentar, y no limitar, la ayuda humanitaria, en una región que vemos al borde del colapso”.
(SERVIMEDIA)
27 Ene 2022
AGQ/gja