La conferencia, organizada por la Unión Interparlamentaria, congregará en el Palacio de Justicia Miramar de la capital malagueña a más de doscientos cincuenta parlamentarios de todos los países ribereños.

Los representantes del Reino Unido, Estados Unidos y de la Federación Rusa acudirán a la convocatoria porque disponen de flota militar destacada en la zona, así como lo harán dos representantes del Consejo Nacional Palestino.

Las Naciones Unidas, el Palamento Europeo y otras instituciones de la misma naturaleza del Magreb podrán participar, asmismo, como observadores y asociados.

A lo largo de las reuninones, los delegados asistentes estudiarán los problemas relacionados con la estabilidad y seguridad en la región, tanto en el aspecto político, como en el militar.

El desarrollo de nuevas asociaciones y cooperaciones económicas, sociales, científicas y medioambientales, así como la potenciación de aquellas medidas que aumenten la dignificación el hombre en sus vertientes cultural y humana, serán igualmente objeto de la atención de los participantes.

Pese a que las resoluciones finales de la I Conferencia Interparlamentaria sobre Cooperación y Seguridad en el Mediterráneo no tratarán de buscar soluciones a los problemas planteados, los acuerdos pasarán a los distintos parlamentos de los países participantes para que adopten posiciones comunes.

Dos de las naciones que aún no han confirmado su asistencia a la conferencia, Argelia y Yugoslvia -la primera por la suspensión de las garantías constitucionales y la anulación del proceso legislativo y Yugoslavia debido a la guerra civil- verán cómo sus problemas también serán objeto de estudio.

Según los organizadores del acontecimiento, el avance del integrismo islámico en los países del norte de Africa y las relaciones entre los pueblos mediterráneos serán dos de las cuestiones sobresalientes en las sesiones de estudio.