Tradicionalmente, los espías han venido haciendo el trabajo sucio de los Goiernos, pero ahora, tras la caída de los regímenes comunistas, resulta que "la situación de incertidumbre los hace más necesarios", señala la revista.

Todos los países tienen su propia red de espionaje y España no es una excepción. El CESID (Centro Superior para Investigaciones de la Defensa) fue creado en 1977 por el entonces vicepresidente del Gobierno Manuel Gutiérrez Mellado, para sustituir los servicios secretos del franquismo.

La estructura y funcionamiento del CESID, o "La Casa" como tambin es conocida, es una imitación de las grandes agencias del espionaje. Más de 2.000 espías españoles y una amplia red de colaboradores trabajan en todo el mundo bajo la dirección de Emilio Alonso Manglano y con un presupuesto anual de más de 1.300 millones de pesetas para los llamados "fondos reservados", de los que no hay que dar cuenta al Parlamento.

La sede central de los espías españoles está en el kilómetro 8,8 de la carretera Madrid-La Coruña, muy cerca del Palacio de la Moncloa. Aunque nuestro aís tiene espías en todo el mundo, su actuación varía en función de tres grandes áreas.

ZONAS CALIENTES

De un lado están las "zonas calientes", que interesan mucho y sobre las que cualquier información resulta valiosa. Allí hay al menos una o dos antenas (estaciones de espionaje). Latinoamérica, el centro de Africa, Guinea Ecuatorial, Gabón, Níger y Mali tienen una docena de espías españoles sus territorios.

Marruecos es, sin embargo, la zona caliente" que constituye el principal centro de atenión para las autoridades de nuestro país. El Gobierno español tiene allí cuatro estaciones de espionaje, ubicadas en Tetuán, Nador, Casablanca y Fez.

En un segundo plazo quedarían las zonas "tibias". Paises que interesan, donde nuestro Gobierno tiene pequeñas pero selectas redes de espías. Francia, Gran Bretaña, Alemania (competidores económicos pese a ser socios en la CE), Estados Unidos y los países del Este de Europa acogen cada uno entre seis y doce espías españoles.

Finalmente, hay países qu no tienen un interés directo para España, pero cuya información puede ser útil para cambiarla. En estos países, desde Islandia hasta Australia trabajan entre dos y cinco espías españoles.

Del mismo modo, nuestro país acoge a un numerosos espías extranjeros. Las redes más implantadas en España son las de Rusia, que han reemplazado a la KGB por la SGV, igual de numerosa. Se calcula que hay en España unos ciento cincuenta agentes. En un segundo lugar aparecen los israelíes del Mossad, un servicio secret mítico por las operaciones contra los palestinos. Tienen cien espías en España y mantienen excelentes relaciones con el CESID.

La CIA, la agencia de espionaje por excelencia, destina unos cincuenta de sus 50.000 agentes en nuestro país. Están muy bien preparados y han espiado a miles de ciudadanos españoles, incluidos Felipe González y el Rey.

Por último, Marruecos cuenta con una red importante de espionaje en España. Unos 35 agentes, la mayoría destacados en Canarias, siguen los pasos del Frent Polisario, los disidentes marroquíes y la evolución política de Ceuta y Melilla.

China, Alemania, Chile, Argentina y los países árabes, incluyendo la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), tienen en España pequeñas redes de espías que no superan los diez agentes.