Los últimos datos de la Sociedad Española de Ornitología (Seo) cifran en unas 8.000 las parejas que forman la población nacional de cigüeña blanca y en más de 200 la de cigüeña negra, esta última en peligro de extinción.

Estas cifras convierten a la población española en la mayor de Europa occidental, si bien a nivel continental Polonia ocupa el primer lugar con más de 30.000 parejas.

Según el ornitólog Fernando Barrio, las comunidades autónomas que acogen las principales poblaciones son Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía y el valle del Ebro, aunque en el caso de la cigüeña negra habría que incluir a Extremadura y Madrid.

Por el contrario, el clima húmedo y nuboso de la cordillera cantábrica y la zona de Pirineos, así como la excesiva sequedad del área de Levante, no facilitan el desarrollo de la especie.

Aunque la cigüeña blanca es habitual en pueblos y ciudades, la destrucción de idos, en ocasiones derribados de las iglesias argumentando que su peso puede llegar a destruir la torre, los pesticidas, la grafiosis que ha atacado a los olmos, los tendidos eléctricos, la caza furtiva y la desecación de zonas húmedas constituyen un peligro para esta especie.

PELIGRO DE EXTINCION

Los riesgos aumentan en el caso de la cigüeña negra, ya que es una de las once especies de aves consideradas en peligro de extinción en España.

Para Miguel Angel Hernández Soria y Manuel Fernández Garía, la sequía también afecta negativamente a esta especie, que gusta menos de la presencia humana, puesto que dificulta la obtención de alimento.

Las peculiaridades de estas aves hicieron que la Seo declarara 1992 como "Año de la cigüeña" e instalara 150 plataformas para que pudiera nidificar, según aseguró a Servimedia Guillermo Doval, portavoz de esta sociedad.

La instalación de nidos artificiales consigue en algunas zonas recuperar poblaciones. Este tipo de nidos suelen tener 1,20 metros de dimetro por 40 centímetros de fondo y estar formados por sustrato de paja, ramas finas y manchas de cal simulando excrementos.

Estas acciones no son inusuales. La semana pasada la empresa Ardea y la Coordinadora Madrileña por la Defensa de la Cigüeña colocaron seis nidos artificiales en la iglesia de la Asunción de Nuestra Señora.

Por el contrario, en Logroño han destruido ocho nidos situados en la catedral de La Redonda, a pesar de que el peso del nido puede ser reducido rebajando el material que o compone o colocando una plataforma metálica para que no suponga riesgo alguno para la torre.