El número de aficionados que en esta edición de la feria han acudido al Parque Juan Carlos I ha supuesto un aumento del 10 por cient con respecto al año pasado, y el número de galerías presentes ha experimentado un incremento del 17 por ciento frente a ARCO 94.

Según los organizadores, se han cumplido satisfactoriamente los objetivos y han alcanzado, por primera vez desde el comienzo de la crisis, la afirmación de la feria, que se consolida como una de las citas anuales de arte más destacadas de Europa.

ARCO 95 fue inaugurada el pasado día 8 por la infanta Elena y ha sido visitada por el rey Juan Carlos I, quien expresó su apyo al certamen, y por importantes personalidades de la vida política, cultural y artística.

En el balance final, los responsables de la feria destacan la mayor profesionalización, tanto en el aspecto organizativo como en en el de participación, "lo que ha aportado una sensible mejora en la calidad artística con mayor definición de programas por parte de las galerías y una mejor adaptación de la oferta al mercado del arte".

También las adquisiciones han provocado un sentimiento de euforia en los oganizadores, que han destacado "el progresivo despegue y cambio de mentalidad del coleccionismo español, que se ha materializado sobre todo en compras de obras de autores jóvenes".

La Fundación Arco ha adquirido este año cuatro obras. Dos de ellas, "Autodefé I" y "Autodefé II", de Antonio Saura, compradas a la Galería Marlborough, han sido sufragadas con un porcentaje de la recaudación de la feria, destinado a tal fin.

Las otras dos piezas, adquiridas con el presupuesto de ARCO 95, han sido la intalación "Iglo with Fibomacci numbers" de Mario Merz, de la Galería Christian Stein, y "Beloved friend" de Antoni Tàpies, de la Galería Waddington.