Discapacidad

Más de 1.300 empresas y entidades apuestan por la inclusión de personas con discapacidad intelectual con el proyecto ‘Mi Casa: una vida en comunidad’

- Desarrollado por Plena inclusión España

MADRID
SERVIMEDIA

Más de 1.300 empresas, administraciones públicas, servicios y entidades en 35 municipios han apostado por la inclusión de personas con discapacidad intelectual y del desarrollo gracias al proyecto ‘Mi Casa: una vida en comunidad’ de Plena inclusión España.

Este es uno de los datos destacados en la nueva campaña en redes sociales, ‘#ResultadosComoUnaCasa’, que Plena inclusión acaba de lanzar para mostrar el impacto de su iniciativa en las personas con discapacidad intelectual que lo utilizaron y en los barrios y pueblos donde se ha desarrollado.

Este proyecto de innovación social forma parte de la estrategia estatal del Gobierno para un nuevo modelo de cuidados en la comunidad, y buscaba testar nuevos apoyos y recursos para que las personas con discapacidad intelectual y del desarrollo puedan tomar decisiones sobre su propia vida.

Durante tres años se ha investigado cómo apoyar de forma individualizada a unas 440 personas con grandes necesidades de ayuda, para que puedan vivir de forma independiente y sean incluidas en la comunidad. De ellas, 270 transitaron desde instituciones o las casas de sus familiares a pisos y casas en la comunidad.

Otras 170 realizaron actividades comunitarias en centros de día. Para apoyarlas, Plena inclusión impulsó soluciones innovadoras como los 'planes de tránsito personalizados', la aplicación de nuevas tecnologías de apoyo, la coordinación sociosanitaria con los servicios públicos, la gobernanza junto a las administraciones o el impulso de nuevas figuras profesionales.

Expertos de organizaciones como Sustentia, Agirre Lehendakari Center, Fresno o el Instituto de integración en la comunidad de la Universidad de Salamanca (INICO) recogieron datos del proyecto a lo largo de su desarrollo, cuyas conclusiones se plasman ahora en una página web y en la citada campaña de plena inclusión.

HALLAZGOS

Según estos resultados, el 92% de las personas que viven de forma independiente y en la comunidad gracias al proyecto empezaron a tomar decisiones personales. La investigación también destaca que más de un 46% de los participantes aseguran conocer mejor su entorno; que el 42% han elegido sus apoyos, y que la práctica totalidad (98%) realizan planes personales. en la mitad de ellos participan sus familias.

Los hallazgos sugieren, además, que el proyecto logró un gran impacto en las entidades que prestan apoyos. De hecho, el 77% de ellas han cambiado la organización interna de sus servicios relacionados, y otro 47% modificaron otros servicios.

Más del 80% hizo incidencia en los poderes públicos para la modificación de las normativas y la revisión de los costes y los procesos de acceso a las plazas residenciales.

CONECTORES COMUNITARIOS

El proyecto ha creado la figura profesional de las conectoras comunitarias, encargados de mapear los barrios y encajar las preferencias de cada persona con centros y servicios que puedan atenderlas.

De esta forma, ‘Mi Casa: una vida en comunidad’ ha identificado, contactado y concienciado a más de 1.300 servicios públicos y privados (como ayuntamientos, asociaciones, centros municipales, clubes deportivos, protectoras de animales, etc.) para que incluyan a personas con discapacidad.

A nivel económico y de gobernanza, el proyecto sugiere que esta inclusión en las comunidades ha fortalecido también las economías locales y que ha contribuido a reducir costes sociales. Se ha generado empleo y arraigo gracias a la promoción de servicios y productos locales.

Según Plena inclusión, este desarrollo local ha tenido un impacto doble en los entornos rurales. Finalmente, destacó también el papel de las administraciones públicas que han comenzado a impulsar cambios normativos para promover la inclusión.

(SERVIMEDIA)
05 Dic 2024
AGQ/gja