La exposición ha tenido un éxito desbordante, que lleva incluso a que los fines de semana se formen colas, dentro del propio museo, para acceder a la sala de El Prado que acoge ahora los desnudos de Rubens, Veronés o Goya.

La Sala Reservada desapareció en 1838, después de una peripecia durant la cual algunos cuadros estuvieron incluso a punto de ser quemados, en tiempos de Carlos III. Lo evitaron el Marques de Esquilache y el pintor de corte Anton Mengs.

La exposición que ahora muestra El Prado incluye joyas como "Las tres gracias", de Rubens; las dos Majas de Goya; las "Venus y Adonis" de Veronés y de Carracci; o "Lot y sus hijas", de Furini.