De la Rubia compareció en la ponencia de la Cámara Alta que estudia la situación de los presos españoles en el extranjero. Del total de reclusos españoles, la mayoría, 901, están cumpliendo condena por delitos relacionados con el tráfico de estupefacientes.

Según el informe presentado a los parlamentarios, Francia es el país con un mayor número de presos españoles. A continuación, se encuentran Alemania, Portugal, Reino Unido, Italia, Marruecos, Estados Unidos, Ecuador, Venezuela, Perú y Colombia. El perfil típico de los presos españoles juzgados y condenados en el extranjero es el de una persona joven, con edades comprendidas entre 25 y 30 años, y cuyos padres fueron en su día emigrantes en los países donde ellos cometieron el delito.

De igual modo, se trata de personas con un bajo nivel económico y, en muchos casos, consumidoras de estupefacientes. El conocimiento que tienen de la lengua del país donde sus padres residieron como emigrantes les facilita el contacto con las mafias europeas dl narcotráfico.

Como excepción a la regla, casi todos los presos españoles en cárceles de Marruecos, mayoritariamente por delitos de tráfico de drogas, son personas con edades de entre 30 y 50 años. Entre ellos se encuentran pescadores y transportistas que aprovechan sus desplazamientos y vehículos para traficar con droga.