La provincia más afectada por los incendios fue León, donde ardieron alrededor de 600 hectáreas. El foco más importante de estos incendios tuvo lugar ayer en Paradiña, donde ardieron 200 hectáreas de pino y 100 de matorral de roble.

En los montes de Burbia se calcinaron 150 hectáreas de brezo, matorra, escobas y roble, y en Villasumil otras 100 de repoblación de pinos. En Toral de los Vados el fuego quemó 60 hectáreas de mata de roble y encina.

Los trabajos de las brigadas contra incendios permitieron que ayer tarde quedaran sofocados estos incendios, "al menos diez en todo el fin de semana", según datos de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León.

Desde el servicio territorial de medio-ambiente de León se baraja la posibilidad de que estos incendios fueran provocados po personas que realizaban la quema de rastrojos.

José Luis Blanco, jefe de este servicio, manifestó que "detrás de todos estos incendios de Los Ancares está la mano del hombre, pero no podemos hablar de pirómanos sino de descuidados en la quema de matorral para conseguir pastos". "Desgraciadamente hay desalmados que no se dan cuenta de que por conseguir pastos pueden ocasionar daños muy importantes, ya que no se ponen los medios para controlar el fuego", añadió.

Por otra parte, las cuadrillas conta incendios consiguieron este medio día controlar un nuevo incendio en la provincia de Avila, en la Sierra de Candelario, en el término municipal de Solana de Avila.

Dos helicópteros, un hidroavión, un bulldozer, tres motobombas, dos cuadrillas de retén, miembros de la Guardia Civil y vecinos de la zona, continúan trabajando en las tareas de extinción que se vieron complicadas por tratarse de zonas de difícil acceso.

Hasta el pasado 20 de agosto, según datos de la Consejería de Medio Ambiente de a Junta, en Castilla y León se han registrado unos 1.100 incendios con el resultado de cerca de 5.400 hectáreas calcinadas por el fuego.

Avila es la provincia más afectada con unas 2.000 hectáreas arrasadas, seguida por León con casi 1.700 hectáreas, mientras que Soria es la provincia que registra menos problemas con poco más de 20 hectáreas arrasadas.