Se trata de una colección particular reunida en los últimos 40 años por Linda de Dominicis, gran conocedora de esta singular expresión del patrimonio artístico, común a las culturas europeas y orientales, que nace de los abanicos y accesorios de la moda femenina utilizados entre los siglos XVII y XX, y que podrá visitarse hasta el próximo día 16 de junio.

Cerca de 300 objetos, en su gran mayoría abanicos (210 ejemplares diferentes), tapizan prácticamente el espacio disponible en la sala. Esta es la primera vez que la colección llega a España desde la permanente que se encuentra en la ciudad italiana de Milán.

Originarios de España, Italia, Francia, Inglaterra, Alemania, Austria, Holanda y Bélgica, o procedentes de países del lejano Oriente, China, Japón, Birmania, Bali y Libia, los ejemplares han sido sometidos a una laboriosa restauración y ahora son conservados por Linda Domenicis a quien su afición ha llevado a profundizar y a documentarse en todo lo referente al mundo del abanico, convirtiéndola en una auténtica experta de este objeto de colección.

El origen de la colección está en un ejemplar del siglo XVIII que conquistó el interés de la coleccionista, conmovida por un detalle que observó en una de las guardas (varillas principales que cierran el abanico). Una pequeña miniatura oval contenía el retrato de una niña, posiblemente la hija de la propietaria del abanico. Cuarenta años después, Linda Domenicis es titular de una importante colección.