MAS DE 1.000 MILLONES DE PERSONAS EN EL MUNDO NO TIENEN CUBIERTAS SUS NECESIDADES BASICAS
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Al menos mil millones de seres humanos tienen vedado el acceso a necesidades consideradas básicas, como una alimentación adecuada, agua potable, sistemas seguros de saneamiento, una vivienda digna, una atención a la salud fiable y una educación mínima, según revela el informe "El progreso de las naciones", heco público recientemente por el Fondo Internacional de las Naciones Unidas para la Ayuda a la Infancia (Unicef).
El informe de Unicef marca las tintas en primer lugar en los avances que se han registrado en los últimos 40 años. En número de niños que mueren antes de los cinco años por cada mil nacidos vivos oscila de un 5 por 1.000 en Suecia a un 300 por 1.000 en Nigeria.
Casi todos los gobiernos han aceptado como meta para el año 2000 llegar a una media de 70 muertos por cada 1.000 nacidos vivos.Desde 1960 se ha reducido a la mitad la mortalidad infantil. Actualmente, la media mundial es de 97 muertos por cada 1.000 nacidos.
La esperanza de vida se ha ampliado en un tercio, la proporción de niños y niñas matriculados en la enseñanza primaria se ha incrementado en tres cuartas partes y el porcentaje de familias de zonas rurales que tienen acceso al agua potable se ha ampliado hasta más del 60 por ciento.
Según señala el informe, en una generación la proporción de parejas que utilizan métoos anticonceptivos modernos ha pasado de ser casi nula a más del 50 por ciento, y el número medio de hijos por mujer está descendiendo en casi todos los países.
Uno de los mayores logros ha sido la inmunización contra las enfermedades infantiles. Hace una década, menos del 20 por ciento de los niños del mundo en desarrollo estaban vacunados contra las principales enfermedades. Ahora, prácticamente están inmunizados el 80 por ciento. Esto supone que cada año se salvan unos tres millones de vidas infantles.
Para Unicef, la pobreza y la explotación siguen vigentes. Según sus estimaciones, los gobiernos de los países en desarrollo han dedicado como media sólo un 10 por ciento de sus presupuestos anuales a la nutrición, abastecimiento de agua, atención primaria de salud, educación básica y planificación familiar.
Muchos gobiernos del mundo pobre han gastado menos en la satisfacción de las necesidades básicas que en el pago de sus facturas militares o de la deuda externa.
La solidaridad interncional de los años 60 y 70 ha dado paso a la sensación de que no ha funcionado el desarrollo y las pretensiones de acabar con la pobreza.
"Si durante los últimos 40 años se hubiera concedido prioridad a satisfacer las necesidades humanas mínimas, viviríamos en un mundo en el que el hambre, la desnutrición y las enfermedades previsibles serían cosas del pasado", añade el informe.
(SERVIMEDIA)
08 Ene 1994
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