Esta cifra supone cerca del 80% de los 1,84 personas que entraron en campamentos para desplazados internos, donde ahora hay alrededor de 388.000 ugandeses, entre ellos 8.300 considerados vulnerables (personas mayores, padres separados con hijos, discapacitados y niños no acompañados).

La mayoría han vuelto a casa por su cuenta, pero el Acnur y otras organizaciones han contribuido a facilitar el regreso. Además, esta agencia de la ONU ha presionado al Gobierno para permitir la libertad de movimiento de los desplazados internos confinados en los campamentos, lo que ha beneficiado a un mayor número de personas para volver a sus hogares.

El Acnur continúa ayudando a las personas que regresan a casa, especialmente a las más vulnerables y con necesidades especiales, y ha financiado la construcción de 2.500 viviendas en el norte de Uganda.