Martínez Torres declaró esta mañana como testigo en el juicio oral contra los policías José Amedo y Michel Domínguez, en el que también comparecieron la hermana del subcomisario, Pilar Amedo, y su ex novia Virginia Llona, que corrboraron que Amedo se encontraba en Laredo cuando asesinaron a García Goena.

El comisario aseguró que abrió un informe en marzo del 86 a instancias del Juzgado de Instrucción número 5, sin que se obtuviera ningún resultados sobre cuál era la forma de financiación o estructura de la banda terrorista.

"No me consta que fuera una organización permanente, sino la acción de grupos contactados para acciones determinadas", dijo, al tiempo que explicaba que contó con datos aportados por las autoridades frncesas, "a petición propia", para realizar sus pesquisas.

Añádió que, a raíz de las informaciones publicadas en prensa en las que se acusaba a Amedo de ser el organizador de los GAL, se entrevistó con los superiores del subcomisario y le bastó su palabra de que era un funcionario de "conducta intachable" para concluir que no había ningún indicio de culpabildad.

Martínez Torres declaró asímismo que en las reuniones del grupo de Trevi, en las que ejerce como presidente del grupo español, nunca se hbló de los GAL, pero que sí lo hizo en otras conversaciones con autoridades extranjeras en las que, en alguna ocasión, acudieron el secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, y el minstro del Interior, aunque nunca el presidente Felipe González.

Negó también que fuera él la persona encargada de entregar los fondos reservados con los que se financió el viaje a Portugal de Amedo, y, cuando la acusación popular le preguntó si era cierto que tenía a su disposición permanente una caja fuerte blinada con 10 millones de pesetas de estos fondos, contestó: "no juego a la primitiva".

Como sus compañeros, manifestó que no había sido autorizado para hablar de fondos reservados y contestó que desconoce en qué se basó la orden de búsqueda y captura que la Interpol dictó contra Amedo en 1988 y que no hizo nada por averiguarlo.

VACACIONES EN LAREDO

Por su parte, la hermana del subcomisario, Pilar Amedo, fue la primera testigo en declarar hoy para asegurar que su hermano se encontraba en Laredo, a3 kilómetros de Colindres donde ella reside, cuando ocurrió el asesinato del refugiado Juan Carlos García Goena, testimonio que también corraboró Virginia Llona, con la que Amedo pasó esas vacaciones.

Pilar Amedo dijo que del 22 al 25 de julio vio a diario a su hermano y que sólo a finales de mes, el subcomisario se marchó de allí cuando le vino a buscar un compañero, Enrique del Toro, para ir a Madrid.

Ratificó además que el subcomisario acudió con ella al entierro de su abuela en las fechas de os atentados a los bares "Batzorki" y "Consolation (en febrero del 86) y que su hermano realizaba operaciones inmobiliarias en alguna ocasión.

Por la mañana, testificaron también el subdirector del casino de San Sebastián, José Orbegozo, y Angelina Gómez Ruedo, una mujer que asegura que uno de los superiores del subcomisario, Antonio Rosino, le comentó que pensaba que el terrorismo de ETA podía terminarse "contratando a cuatro personas para exterminarlos como ratas" y que el ministerio del Interior teía "dinero para esas cosas".

Esta tarde, continuará el juicio con las declaraciones de tres testigos, entre ellos dos peritos del casino Garn Kursal donde la acusación sostiene que el subcomisario Amedo pagaba con fichas de juego a los mercenarios de los GAL.