Martín Villa, artífice de la reducción de altos cargos impulsada por el Gobierno, denunció las contradicciones en que está incurriendo el PSOE en este asunto, porque po un lado minimiza la reducción y el ahorro que se puede lograr, y por otro, Felipe González tacha de excesiva la reducción de la Administración.

"Felipe González no está en el acierto. Estaba más en el acierto cuando en 1986 dijo que tenía que reconocer el fracaso de su gobierno y de su partido en los temas de la organización administrativa", afirmó el diputado popular.

En su opinión, el PSOE no fue cuidadoso con todo lo relacionado con el aparato público "y Felipe González lo sabe". "Las cosas dsde 186 hasta el 96 han ido a peor, y en ministerios que tenían veintitantos directores generales podía suceder que el ministro no despachara con algunos de sus directores generales a lo largo de todo su mandato".

A su modo de ver, se está cometiendo el error de centrar toda la discusión de la reducción de altos cargos en si se ahorra o no en gasto público.

"En un presupuesto de veintitantos billones de pesetas, por muchos cargos públicos que se reduzcan y por mucho aligeramiento de la Administraión que se haga, no es ese el objetivo, con ser un objetivo significativo y ejemplar. Lo que pasa es que se logra una Administración mucho más flexible y eficaz. Hay que restituir a los responsables de la Administración un prestigio y un peso que no tienen", agregó.

El dirigente del PP dijo que las conclusiones que entregó en su día a José María Aznar sobre la reestructuración de la Administración siguen siendo defendibles. Otra cosa, aseguró, es que el Consejo de Ministros las lleve a cabo o no al "topezar con la realidad del momento".

Martín Villa, que hoy fue elegido presidente de la Comisión de Justicia e Interior del Congreso, se mostró convencido de que esta comisión no volverá a vivir el clima de tensión que sufrió la pasada legislatura a raíz de los escándalos en que se vio envuelto el PSOE.

"Hay un clima", dijo, "que prácticamente hace impensable que la crispación de la última legislatura siga en la vida política española".