MARTIN TOVAL: "LAS COINCIDENCIAS ENTRE FELIPE GONZALEZ Y ALFONSO GUERRA SON TOTALES"
-"El PP está poniendo en cuestión al Tribunal de Cuentas porque ahora toca ver su contabilidad"
-"Al PSOE le preocupa que se frene el proyecto de modernización más importante que se ha dado en este país"
-"Me imagino que cuando Felipe González se refirió a la cabeza de Solchaga no se refería a sus gestos"
-¿Qué le ha parecido el conreso del PP?
-Ha sido básicamente una operación de imagen personalista, intentando incluso tapar las tensiones internas, que en ese partido son importantes. Esto es tan cierto como que parece que pasara como una anécdota un hecho central del congreso, que en el discurso de introducción el secretario general del partido pidiera formalmente la dimisión de Hormaechea (presidente de Cantabria), y de eso nunca más se supo.
-¿Y en cuanto a los contenidos?
-No aparece ahí un programa con alternativs concretas expresas a los problemas reales de los ciudadanos, y cuando aparecen lo hacen muy contradictoriamente. Esto es bastante flagrante si se lee con cierto detenimiento alguna de las entrevistas que últimamente le han hecho al líder del PP.
-¿Cómo ha llegado el PSOE a ese bajo tono al que aludía Felipe González?
-Yo creo que no existe ni desánimo, ni bajo tono, pero sí es necesario un mayor ánimo y capacidad de comunicación de nuestros proyectos. Y lo es, porque estamos al final de una legslatura en la que, además, desde 1989 -y no voy a hablar de campañas orquestadas ni cosas por el estilo- toda la acción política desarrollada desde la oposición que representa el PP, con el acompañamiento en muchas ocasiones de Izquierda Unida, ha sido una oposición de desgaste institucional. De poner en cuestión cualquier institución de la democracia española.
-¿Ahora, al Tribunal de Cuentas?
-El PP está poniendo en cuestión ese Tribunal como consecuencia de que ahora toca ver sus cuentas. No po otra razón.
-¿Cómo juzga esa labor de oposición?
-Esa acción de ataque a las instituciones es, primero, irresponsable desde la perspectiva de una fuerza política que quiere hacer uso de las instituciones democráticas del país para gobernar y, segundo, provoca entre los ciudadanos más sensibles y sensatos un cierto desánimo ante la percepción de que no tienen ninguna oferta o alternativa constructiva, sino que todo lo que plantean es destrucción, desprestigio.
-¿Vd. espera que el PP abandoneel Tribunal de Cuentas?
-No sé. Quisiera que no. Deseo ferviertemente que el PP sea un partido más institucional, porque eso es bueno para la democracia. Pero ya abandonó el consejo de RTVE. Es curioso como la imagen que se intenta verter hacia los ciudadanos, desde el PP y desde algunos medios de comunicación, es que el PSOE instrumentaliza las instituciones democráticas, cuando es el PP el que las está instrumentalizando en beneficio partidario. No creo que entre los miembros del Consejo del Poder Jdicial propuestos por el grupo Socialista se oigan voces como la del señor Manzanares.
-A pesar del mensaje de unidad con el que acabó el comité federal del PSOE, ¿no están dando la impresión de que piensan más en el congreso del partido del año próximo que en las elecciones?
-Yo creo que no. Le digo la verdad, objetivamente esa no es la situación del partido. Otra cosa es que eso sea lo que interese que se trasluzca; e interesa, sin duda. Hay opinadores de la política que están desde hace ya tiepo intentando trasladar esa imagen, y seguramente algo cala. La preocupación fundamental del PSOE es que un proceso, el más importante que se ha dado en la historia de este país, de progreso hacia el bienestar, de modernización, se frene y no sea posible continuarlo.
-Está publicado que existe un gran distanciamiento entre Felipe González y Alfonso Guerra.
-Esa es una opinión que no comparto, porque en todas las reuniones a las que asisto, de la ejecutiva o del comité federal, entre el secretariogeneral y el vicesecretario general las coincidencias son totales. Alguien debe tener interés en que este partido aparezca como resquebrajado, pero no lo está.
-¿El que Felipe González haya decidido tomar las riendas del partido, signfica que no confía...?
-Todo ese énfasis que se ha puesto en la nueva tarea del secretario general, supone que en ese esfuerzo común del partido que ahora hay que afrontar, Felipe González va a encabezar todo el proceso. ¿Que eso va a significar modificaciones sustaniales de cómo...? Yo no lo creo. No podría el secretario general del partido y presidente del Gobierno estar en China y la India, o en los trabajos europeos y en el gobierno de cada día, y además llevar la campaña electoral, coordinar las tareas parlamentarias... Me parece absolutamente absurdo. ¿A quién se le ha ocurrido semejante majadería? Desde luego a Felipe González no, ni nunca lo ha dicho.
-Alfonso Guerra sí parece distanciarse, ¿no?
-Lo que ocurre es una obviedad que a veces se olvida. Afonso Guerra es hasta 1982 el vicesecretario general, con el papel de ser el segundo en la organización. A partir de 1982 ocupa un doble papel, la vicesecretaría y la Vicepresidencia del Gobierno, y llega un momento en que deja de ser vicepresidente. Eso produce, sin duda, una modificación en su papel en la política española y en la política de relación partidaria. Y Alfonso Guerra se sitúa en el papel de vicesecretario general, y lo ejerce plenísimamente. Todo lo demás son especulaciones para dejar un poc en entredicho la cohesión del partido. Y yo creo que no está en entredicho.
-Pero Guerra ha planteado algunos condicionantes sobre la coordinación de la campaña, cuando en otras ocasiones esa cuestión ni se mencionaba.
-¿Por qué se menciona ahora? Porque aparece en algún medio de comunicación la duda sobre si coordinará o no. Esa duda no aparece en el seno del partido, aparece en un medio de comunicación. Y él en un acto en Estepa es donde por primera vez dice "naturalmente que mi disposición esplena; pero si se ponen ya a matizar, matizó, según cual sea la campaña". Guerra es un gran experto en campañas electorales. Seguramente por eso, algunos -no desde el Partido Socialista- tienen interés en que no la dirija esta vez.
-¿Qué opina de la frase de González de que Carlos Solchaga es una de las tres o cuatro mejores cabezas económicas del país?
-Que debe tener razón. Yo creo que a cualquier ciudadano de este país que se le plantee en términos generales una valoracin global de la política económica llevada por el Gobierno socialista, su respuesta sería "positiva". Después podremos estar de acuerdo o no con esta medida coyuntural concreta, con aquel gesto, con aquella dureza a veces en las afirmaciones. Pero me imagino que cuando el presidente del Gobierno se refiere a la cabeza, no se refería al gesto.
-¿Les preocupan los gestos de Solchaga?
-De eso hemos hablado muchas veces entre nosotros. Hay, efectivamente, modos, gestos, aspectos concretos de política ue han sido objeto de relativa disensión. Lo cual no obsta a una valoración global positiva.
-Que globalmente la política de Solchaga sea positiva, ¿significa que la cifra de tres millones de parados es inevitable?
-Este país desde 1982 hasta aquí ha sufrido una evolución brutal, también en materia de población activa y de empleo. Con una población global prácticamente similar entre el 82 y el 92, hay dos millones más de población activa, como consecuencia del proceso de modernización. Lo cual hae que aunque se hayan creado casi un millón trescientos mil empleos desde el 82, aparezca que existe más paro. Si nos mantuvieramos en las cifras de población activa del 82 y si no hubieramos tenido la coyuntura económica que tenemos en este momento, hoy estaríamos hablando de que el empleo se ha disparado.
-¿Por qué los sindicatos están tan distanciados del PSOE?
-Yo no creo que estén tan distanciados. Lo que ocurre es que los sindicatos, por su labor reivindicativa, tienen que tener siempre una actitud frente al Gobierno de relativa confrontación. Creo que no existe un distanciamiento de confrontación absoluta, a pesar, digamos, de la imagen de algún dirigente sindical aplaudiendo en el congreso del PP, de lo cual se arrepiente y se ha autodisculpado. Lo cierto es que los sindicatos iguen reconociendo que un gobierno de izquierdas es mucho más favorable a sus posiciones que un gobierno de derechas. Por poner un ejemplo, ¿que ley de huelga iba a hacer el Partido Popular?
-¿Cual es su postura sobre la posible cesión del 15 por ciento del IRPF a las comunidades autónomas?
-Digo lo mismo que Felipe González. Ese tema hoy no está en el orden del día del Gobierno. Ahí tiene que haber un consenso, según las previsiones del Acuerdo de Financiación Autonómica ya firmado y vigente. Seacordó que el Consejo de Política Fiscal y Financiera estudiaría el tema y, de llegarse a un acuerdo unánime, se pondría en práctica. Por los datos que me llegan de uno y otro sitio, ese asunto no está maduro como para que el Consejo de Política Fiscal y Financiera llegue a un acuerdo sobre esta cuestión.
-¿Cual es su valoración de Narcís Serra como vicepresidente del Gobierno?
-Siempre ha sido positiva. Incluso alguna expresión mía, que en algún momento fue objeto de apelaciones y que quería sersimplemente simpática, no tiene que ver nada al respecto. Mis relaciones con Narcís Serra a los efectos de coordinación de política de Gobierno y política parlamentaria son normales.
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Eduardo Martín Toval, presidente del Grupo Parlamentario Socialsta, considera que "la oposición de desgaste institucional que practica el Partido Popular (PP) es irresponsable" y que ese partido cuestiona al Tribunal de Cuentas "porque ahora toca ver su contabilidad".
Martín Toval, catalogado como uno de los principales "guerristas" del partido en el Gobierno, aseguró también, en una entrevista que concedió a Servimedia, que en las reuniones a las que él asiste, las coincidencias entre Felipe González y Alfonso Guerra son totales.
-¿Qué le ha parecido el conreso del PP?
-Ha sido básicamente una operación de imagen personalista, intentando incluso tapar las tensiones internas, que en ese partido son importantes. Esto es tan cierto como que parece que pasara como una anécdota un hecho central del congreso, que en el discurso de introducción el secretario general del partido pidiera formalmente la dimisión de Hormaechea (presidente de Cantabria), y de eso nunca más se supo.
-¿Y en cuanto a los contenidos?
-No aparece ahí un programa con alternativs concretas expresas a los problemas reales de los ciudadanos, y cuando aparecen lo hacen muy contradictoriamente. Esto es bastante flagrante si se lee con cierto detenimiento alguna de las entrevistas que últimamente le han hecho al líder del PP.
-¿Cómo ha llegado el PSOE a ese bajo tono al que aludía Felipe González?
-Yo creo que no existe ni desánimo, ni bajo tono, pero sí es necesario un mayor ánimo y capacidad de comunicación de nuestros proyectos. Y lo es, porque estamos al final de una legslatura en la que, además, desde 1989 -y no voy a hablar de campañas orquestadas ni cosas por el estilo- toda la acción política desarrollada desde la oposición que representa el PP, con el acompañamiento en muchas ocasiones de Izquierda Unida, ha sido una oposición de desgaste institucional. De poner en cuestión cualquier institución de la democracia española.
-¿Ahora, al Tribunal de Cuentas?
-El PP está poniendo en cuestión ese Tribunal como consecuencia de que ahora toca ver sus cuentas. No po otra razón.
-¿Cómo juzga esa labor de oposición?
-Esa acción de ataque a las instituciones es, primero, irresponsable desde la perspectiva de una fuerza política que quiere hacer uso de las instituciones democráticas del país para gobernar y, segundo, provoca entre los ciudadanos más sensibles y sensatos un cierto desánimo ante la percepción de que no tienen ninguna oferta o alternativa constructiva, sino que todo lo que plantean es destrucción, desprestigio.
-¿Vd. espera que el PP abandoneel Tribunal de Cuentas?
-No sé. Quisiera que no. Deseo ferviertemente que el PP sea un partido más institucional, porque eso es bueno para la democracia. Pero ya abandonó el consejo de RTVE. Es curioso como la imagen que se intenta verter hacia los ciudadanos, desde el PP y desde algunos medios de comunicación, es que el PSOE instrumentaliza las instituciones democráticas, cuando es el PP el que las está instrumentalizando en beneficio partidario. No creo que entre los miembros del Consejo del Poder Jdicial propuestos por el grupo Socialista se oigan voces como la del señor Manzanares.
-A pesar del mensaje de unidad con el que acabó el comité federal del PSOE, ¿no están dando la impresión de que piensan más en el congreso del partido del año próximo que en las elecciones?
-Yo creo que no. Le digo la verdad, objetivamente esa no es la situación del partido. Otra cosa es que eso sea lo que interese que se trasluzca; e interesa, sin duda. Hay opinadores de la política que están desde hace ya tiepo intentando trasladar esa imagen, y seguramente algo cala. La preocupación fundamental del PSOE es que un proceso, el más importante que se ha dado en la historia de este país, de progreso hacia el bienestar, de modernización, se frene y no sea posible continuarlo.
-Está publicado que existe un gran distanciamiento entre Felipe González y Alfonso Guerra.
-Esa es una opinión que no comparto, porque en todas las reuniones a las que asisto, de la ejecutiva o del comité federal, entre el secretariogeneral y el vicesecretario general las coincidencias son totales. Alguien debe tener interés en que este partido aparezca como resquebrajado, pero no lo está.
-¿El que Felipe González haya decidido tomar las riendas del partido, signfica que no confía...?
-Todo ese énfasis que se ha puesto en la nueva tarea del secretario general, supone que en ese esfuerzo común del partido que ahora hay que afrontar, Felipe González va a encabezar todo el proceso. ¿Que eso va a significar modificaciones sustaniales de cómo...? Yo no lo creo. No podría el secretario general del partido y presidente del Gobierno estar en China y la India, o en los trabajos europeos y en el gobierno de cada día, y además llevar la campaña electoral, coordinar las tareas parlamentarias... Me parece absolutamente absurdo. ¿A quién se le ha ocurrido semejante majadería? Desde luego a Felipe González no, ni nunca lo ha dicho.
-Alfonso Guerra sí parece distanciarse, ¿no?
-Lo que ocurre es una obviedad que a veces se olvida. Afonso Guerra es hasta 1982 el vicesecretario general, con el papel de ser el segundo en la organización. A partir de 1982 ocupa un doble papel, la vicesecretaría y la Vicepresidencia del Gobierno, y llega un momento en que deja de ser vicepresidente. Eso produce, sin duda, una modificación en su papel en la política española y en la política de relación partidaria. Y Alfonso Guerra se sitúa en el papel de vicesecretario general, y lo ejerce plenísimamente. Todo lo demás son especulaciones para dejar un poc en entredicho la cohesión del partido. Y yo creo que no está en entredicho.
-Pero Guerra ha planteado algunos condicionantes sobre la coordinación de la campaña, cuando en otras ocasiones esa cuestión ni se mencionaba.
-¿Por qué se menciona ahora? Porque aparece en algún medio de comunicación la duda sobre si coordinará o no. Esa duda no aparece en el seno del partido, aparece en un medio de comunicación. Y él en un acto en Estepa es donde por primera vez dice "naturalmente que mi disposición esplena; pero si se ponen ya a matizar, matizó, según cual sea la campaña". Guerra es un gran experto en campañas electorales. Seguramente por eso, algunos -no desde el Partido Socialista- tienen interés en que no la dirija esta vez.
EL GESTO DE SOLCHAGA
-¿Qué opina de la frase de González de que Carlos Solchaga es una de las tres o cuatro mejores cabezas económicas del país?
-Que debe tener razón. Yo creo que a cualquier ciudadano de este país que se le plantee en términos generales una valoracin global de la política económica llevada por el Gobierno socialista, su respuesta sería "positiva". Después podremos estar de acuerdo o no con esta medida coyuntural concreta, con aquel gesto, con aquella dureza a veces en las afirmaciones. Pero me imagino que cuando el presidente del Gobierno se refiere a la cabeza, no se refería al gesto.
-¿Les preocupan los gestos de Solchaga?
-De eso hemos hablado muchas veces entre nosotros. Hay, efectivamente, modos, gestos, aspectos concretos de política ue han sido objeto de relativa disensión. Lo cual no obsta a una valoración global positiva.
-Que globalmente la política de Solchaga sea positiva, ¿significa que la cifra de tres millones de parados es inevitable?
-Este país desde 1982 hasta aquí ha sufrido una evolución brutal, también en materia de población activa y de empleo. Con una población global prácticamente similar entre el 82 y el 92, hay dos millones más de población activa, como consecuencia del proceso de modernización. Lo cual hae que aunque se hayan creado casi un millón trescientos mil empleos desde el 82, aparezca que existe más paro. Si nos mantuvieramos en las cifras de población activa del 82 y si no hubieramos tenido la coyuntura económica que tenemos en este momento, hoy estaríamos hablando de que el empleo se ha disparado.
Ello no es óbice para reconocer que el problema fundamental de este país es el paro y que hay que hacer esfuerzos ingentes entre todos para modificar la situación económica permitiendo el crecimieno del empleo.
-¿Por qué los sindicatos están tan distanciados del PSOE?
-Yo no creo que estén tan distanciados. Lo que ocurre es que los sindicatos, por su labor reivindicativa, tienen que tener siempre una actitud frente al Gobierno de relativa confrontación. Creo que no existe un distanciamiento de confrontación absoluta, a pesar, digamos, de la imagen de algún dirigente sindical aplaudiendo en el congreso del PP, de lo cual se arrepiente y se ha autodisculpado. Lo cierto es que los sindicatos iguen reconociendo que un gobierno de izquierdas es mucho más favorable a sus posiciones que un gobierno de derechas. Por poner un ejemplo, ¿que ley de huelga iba a hacer el Partido Popular?
-¿Cual es su postura sobre la posible cesión del 15 por ciento del IRPF a las comunidades autónomas?
-Digo lo mismo que Felipe González. Ese tema hoy no está en el orden del día del Gobierno. Ahí tiene que haber un consenso, según las previsiones del Acuerdo de Financiación Autonómica ya firmado y vigente. Seacordó que el Consejo de Política Fiscal y Financiera estudiaría el tema y, de llegarse a un acuerdo unánime, se pondría en práctica. Por los datos que me llegan de uno y otro sitio, ese asunto no está maduro como para que el Consejo de Política Fiscal y Financiera llegue a un acuerdo sobre esta cuestión.
-¿Cual es su valoración de Narcís Serra como vicepresidente del Gobierno?
-Siempre ha sido positiva. Incluso alguna expresión mía, que en algún momento fue objeto de apelaciones y que quería sersimplemente simpática, no tiene que ver nada al respecto. Mis relaciones con Narcís Serra a los efectos de coordinación de política de Gobierno y política parlamentaria son normales.
(SERVIMEDIA)
19 Feb 1993
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