"Lo que pretende esta gente es una estrategia similar a la que practican la Mafia siciliana o los integristas argelinos: lanzar avisos de condena a determinados individuos que les resultan incómodos para así acallar a quien se oponga a sus ideas", señaló Marín Prieto, "pero creo que es lo úlimo que debemos hacer".

"No se trata de las amenazas que reciba yo o que reciba Ramón Jáuregui; es que cualquier español puede ser amenazado, y no se puede consentir que cuarenta señores estén atemorizando a cuarenta millones", advirtió el periodista.

"Hay muchos periodistas, políticos y empresarios que viven sometidos a las amenazas de ETA", apuntó, "altos cargos de un diario vasco y de la cadena Euskal Telebista en circunstancias bastante dramáticas, y muchos otros compañeros que tienen que traajar en primera línea de fuego en el País Vasco, con unas presiones durísimas; pero no podemos entrar en una situación de terror a la argelina".

"Lo que ETA está buscando es que se imponga el miedo, y yo lo que busco es que se rompa esa situación, en la que los amenazados somos todos los españoles", afirmó Martín Prieto. "La sociedad tiene que reflexionar ante este proceso que puede desembocar como en Argelia en que por el hecho de ser mujer, o de ser extranjero o de ser periodista no puedes salir a l calle", añadió.

INFORMACION FRENTE A VIOLENCIA

"Contra el miedo, la amenaza, el intento de chantaje, la única solución es informar; es la mejor defensa que tenemos. Frente a provocaciones como la del otro día, en que un diputado de HB echó cal viva sobre el escaño de Jáuregui en el Parlamento vasco, la sociedad española debe mantener sus premisas democráticas", aseguró Martín Prieto a Servimedia.

En su opinión, la fórmula no es entrar en un pulso: "Herri Batasuna, Jarrai, KAS y las otras cabezs visibles de ETA seguirán teniendo su reconocimiento democrático: esa es la lección que todos los españoles debemos darles frente al totalitarismo del que hacen gala. Nosotros hemos abolido la pena de muerte; ellos no".

Según Martín Prieto, "Jáuregui ya sabe que la cúpula de ETA ha decidido asesinarle, el gesto del otro día es un símbolo, le han dado el 'beso de la muerte', pero él no puede sucumbir al miedo; puede tomar sus medidas, llevar escolta, viajar en coche blindado, pero no esconderse, sino eguir luchando hasta que esa gente deponga las armas y empiecen a hacer política".