Rodríguez Zapatero compareció en rueda de prensa para hacer una valoración en España de su viaje a Marruecos, en el que considera qu se ha logrado un "objetivo de España", como es mejorar la relación con este país vecino y sentar las bases para continuarla en el futuro.

Tras la llamada a Moncloa, el líder socialista espera la respuesta de Aznar para fijar lo que el presidente juzgue oportuno, o bien una entrevista telefónica, o bien un encuentro personal.

Rodríguez Zapatero quiere trasladar al presidente el análisis de la crisis que ha compartido con las autoridades de Marruecos y que, según ha concluido, partió de la rupturadel acuerdo de pesca "y de las opiniones que se vertieron al día siguiente desde determinadas instancias".

En el encuentro con el Rey, Mohamed VI, el líder socialista solicitó expresamente el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y le pidió que lo concretara con el Gobierno español. Una vez que la reflexión está abierta por parte de Marruecos, Zapatero quiere exponer el gesto que ambos gobiernos deben hacer ahora, y que no quiso especificar ante los medios de comunicación.

Este gesto sífue comentado, según Rodríguez Zapatero, por el ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Mohamed Benaisa, y por el embajador español, Fernando Arias-Salgado, en uno de sus varios encuentros en Rabat.

"YA HA SIDO UTIL PARA EL GOBIERNO"

Este es uno de los motivos por los que Rodríguez Zapatero aseguró que su viaje "ya ha sido muy útil para el Gobierno". "A su representante en Marruecos, el embajador, estar en todas las reuniones a las que yo he asistido con las autoridades, incluidos cincuenta mintos en diálogo directo con el Rey, le ha sido enormemente útil".

Arias-Salgado, prosiguió, ha podido conocer de primer mano gracias a este viaje todas las cuestiones que inquietan a Marruecos, los motivos del desencuentro y la voluntad de Rabat de superar la crisis y recuperar la relación bilateral.

De hecho, Rodríguez Zapatero explicó que el embajador quedó en su presencia comprometido ante el Rey y ante el ministro de Exteriores a enviar al Gobierno español diversa documentación y aclaraciones obre "cuestiones en las que había algún malentendido".

Con el tiempo, concluyó, "llegará un momento en que el Gobierno entienda más profundamente las cosas. Ya ha tenido alguna experiencia en este sentido", recordó, en el día en que PP y PSOE firmaron la constitución de la Fundación de Ayuda a las Víctimas del Terrorismo.

Recordó que esta fue una propuesta suya, formulada por primera vez el 4 de noviembre del año pasado. "Al día siguiente el PP, a través del señor Arenas, la descalificó diciendo ue era inútil y sólo crearía confusión. Hoy el señor Arenas, conmigo, y me alegro mucho de que sea así, va a estar en la constitución de esa fundación".

Por este motivo, se mostró convencido de que con el tiempo el Ejecutivo entenderá "que el viaje ha sido bueno, que la oposición puede también contribuir en un momento dado a mejorar la relación, con nobleza y pensando en el interés general".

Sin querer entrar en polémica con el Gobierno, Rodríguez Zapatero sí lamentó que en un asunto de tanta tracendenia para España como es la relación bilateral con un país clave de su entorno, el PP haya optado "por un juego partidario".

"Si mañana somos Gobierno, la oposición también deberá jugar un papel importante en las relaciones entre los pueblos y cualquier iniciativa la entenderé como servicio al país y no como disputa partidaria", aseguró.

El último comentario del líder socialista en este sentido fue juzgar "insólito" que el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, "conocido sobre todo porue no consiguió el acuerdo de pesca, se haya permitido el lujo de criticar lo que yo pueda hablar en Marruecos sobre la pesca".

MAS CONOCIMIENTO MUTUO

Con la confianza de que el Ejecutivo comprenda el éxito de este viaje, Rodríguez Zapatero recordó la necesidad de que España y Marruecos "trabajen conjuntamente para que la confianza, el diálogo y el conocimiento recíproco sea mucho mejor".

Como muestra de la voluntad de Marruecos para lograrlo, desveló que el monarca expresó su deseo de dejar fura de la conversación la situación de Ceuta y Melilla, y le reiteró su compromiso de controlar la inmigración ilegal.

La inmigración fue objeto de buena parte de la conversación con el Rey, en un momento en que la Unión Europea prepara un ambicioso programa de cooperación al desarrollo y de control de los flujos de migración irregular.

En este contexto, Rodríguez Zapatero recordó que Marruecos ha solicitado, tanto a la Unión Europea como a los países más directamente afectados, como España, un inremento de la ayuda para controlar la inmigración ilegal.

"No tengo ninguna duda de que el Gobierno español será sensible a esta necesidad vital, como lo es la mayor parte de la opinión pública", afirmó.

Por todo ello, consideró que España debe implicarse en el impulso que Marruecos está dando hacia su democratización, y se comprometió expresamente a trabajar con las autoridades marroquíes para que se respete, por ejemplo, el derecho a la libertad de expresión, especialmente minado en el caso de os medios de comunicación.

Para lograr todos estos objetivos, Rodríguez Zapatero se mostró partidario de incrementar los medios humanos y materiales de la diplomacia española en Rabat.

Finalmente, el líder socialista explicó que esta misma mañana habló "con el compañero Bono", que ha criticado duramente al régimen marroquí. Tras asegurar que el presidente de Castilla-La Mancha "no ha tenido ninguna intención" de perjudicar la visita, recordó que en el PSOE hay posibilidad de mantener opiniones dicrepantes, conversar y, después, quizá, "reconsiderar" las posiciones.