El portavoz parlamentario del PSOE, Jesús Caldera, aseguró en un encuentro con la Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP) que lo sucedido no puede quedar como aécdota, porque "demuestra cómo gobierna el señor Aznar".

"Ya hay certeza de que mis declaraciones de ayer se han visto plenamente confirmadas, es decir, el Gobierno ha creado una mentira, una patraña, para involucrar al representante de una institución, como es un ex presidente del Gobierno. Se ha fabricado una mentira en La Moncloa, con un intoxicador, Pío Cabanillas, y con un cómplice, el ministro de Exteriores, señor Piqué", sentenció Caldera.

En opinión de los socialistas, ambos ministros tieen una "gravísima" responsabilidad y, "si les queda un mínimo de dignidad, deben comparecer inmediatamente en el Parlamento, a lo más tardar mañana mismo. Cada hora que pasa sin pedir disculpas al ex presidente y a los españoles, crece la responsabilidad del Gobierno".

"No me preocupa el prestigio del señor Piqué y del señor Cabanillas, que lo tienen por los suelos, pero sí me preocupa el prestigio de España, y de esto se habla hoy en toda Europa de forma negativa", dijo el portavoz socialista.

E PSOE ha formalizado ya la petición de comparecencia de los dos ministros, además de la solicitud para que el director general del Cesid y ex embajador en Marruecos, Jorge Dezcallar, explique ante la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso de los Diputados todos los datos de los que dispone este organismo acerca del viaje de González a Marruecos y el origen de "la intoxicación".

Los socialistas apuntan al Gobierno como responsable político de lo ocurrido, y advierten ya de que no se conformarán co el cese del cónsul en Tánger o el propio embajador en Marruecos, Fernando Arias Salgado.

En su opinión, puesto que la Embajada española tuvo "un cierto grado de participación" en lo ocurrido, el cese de su titular debe venir "de oficio", pero no es suficiente "porque el intoxicador es Pío Cabanillas".

La dirección del PSOE, advirtió Caldera, llegará "hasta el final" en su petición de responsabilidades políticas, eso sí, respetando los procedimientos democráticos y pidiendo "cada cosa a su tiempo.

Por eso, no pedirán la dimisión de los dos ministros hasta que no respondan a la petición de comparecencia, bien rechazándola expresa o implícitamente, o bien acudiendo al Parlamento, en cuyo caso la respuesta del PSOE dependerá de lo que argumenten. No acudir al Congreso, les advirtió, sería "un acto de cobardía inadmisible".

Caldera recordó que González fue acusado "poco menos que de traición a España", y eso no puede quedar así. "Un Gobierno que falsifica, que intoxica, que manipula, que miete, únicamente con la intención de acosar y de erosionar al adversario político, es un Gobierno indigno en democracia, y alguien deberá hacerse responsable de esa indignidad", afirmó.