Durante la comparecencia de la ministra en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados, donde explicó el acuerdo alcanzado tras la crisis de la isla del Perejil, los portavoces de Izquierda Unida y del PNV deploraron la "debilidad" que ha mostrado tanto España como la Unión Europea al permitir que Estados nidos resolviera el conflicto.

El portavoz de Izquierda Unida, Felipe Alcaraz, recalcó que "el gran objetivo diplomático y político" del Gobierno español es ahora alcanzar "urgentemente" un acuerdo bilateral con Marruecos, aunque sea con "un alto coste", por lo que expresó su preocupación por la posibilidad de que cambie la postura que ha mantenido hasta ahora respecto al Sáhara.

A su juicio, "se han hecho mal las cosas", lo que "no quiere decir que Marruecos tenga razón", y se ha llegado a una stuación en la que "el Sáhara occidental se constituye en el eslabón débil de esta situación", explicó, "la parte a conceder", más aún si se tiene en cuenta que la negociación "está siendo dirigida por Estados Unidos".

Asimismo, criticó la "falta absoluta de identidad, de capacidad conclusiva en la política exterior de la UE", y recalcó que con este acuerdo "se han reforzado los dos eslabones fuertes, Francia y Estados Unidos, y se han debilitado los débiles, Sáhara y España".

Subrayó que la interención de Estados Unidos ha puesto en evidencia un "papel muy débil" de España, con lo que al Gobierno sólo le queda el "refugio semántico" de decir que no ha sido un intermediario, sino un consultor, cuando en realidad no sólo se ha tratado de una intermediación, sino "también arbitraje".

Por otro lado, el portavoz de IU quiso unirse a la "voz desgarrada" del pueblo palestino "ante la estrategia de exterminio" de Ariel Shaon con el apoyo de Estados Unidos y la incompetencia de la UE.

"DEBILISIMO AZAR"

Por su parte, Pedro Azpiazu, del PNV, opinó que Estados Unidos ha dejado de nuevo "en evidencias a una débil Unión Europea y a un debilísimo Aznar", que hace poco aparecía "fumándose un puro, con los pies encima de la mesa", junto a George Bush, y ahora, "desposeído de la Presidencia", se muestra "impotente" para reslver un "problema doméstico".

Criticó que la Unión Europea no haya sido "capaz de intervenir activamente" para solucionar el conflicto, y opinó que "mucho habrá que avanzar desde l punto de vista de la cohesión política" para tener peso en el ámbito internacional.

A su juicio, del mismo modo que se argumenta que la UE no podría intervenir por ser parte del conflicto, tampoco debería hacerlo Estados Unidos por "su clara posición a favor de Marruecos".

Respecto al Sáhara, se preguntó cómo quedará la negociación en estas circunstancias, cuestión que, aseguró, "me preocupa más tras oir la intervención" de la ministra y comprobar que este asunto "no está en su agenda".

Eneste sentido, se preguntó si el Gobierno modificará su postura en favor del referéndum en el Sáhara a cambio de que Marruecos no vuelva a cuestionar la soberanía de España sobre Ceuta y Melilla.

Recalcó que el pueblo saharaui es el "gran perjudicado", pues ha perdido y "pierde a marchas forzadas" la posibilidad de que se celebre un referéndum". Auguró que "como siempre, ganarán los americanos", y el Sáhara se convertirá en una provincia marroquí".

Criticó también el cambio de posición política de PSOE, que ahora se muestra a favor de la autonomía frente al referéndum defendido por la ONU.

Por último, reiteró que esta crisis sólo ha sido expresión de un "conflicto latente" más profundo entre ambos países, y deseó a la ministra "más suerte en su futuro".

"PROVINCIA DE TRES AL CUARTO"

En nombre de CiU, Ignasi Guardans indicó que la "arrogancia con la que España ha tratado a Marruecos en estos últimos años" no es causa directa de la crisis de la isla del Perejil, pero tampoco puede considearse "ajena" a esta situación, y pidió que se analice el papel de Francia, pues "no es tolerable" que tenga mejores relaciones con este país que España.

Denunció que en nuestro país "ha salido del armario un sentimiento negativo hacia Marruecos en la opinión pública española" que "nos hace daño" y "no se corresponde con la realidad" de Marruecos, por lo que pidió al Gobierno que inicie una "campaña positiva" para dejar claras a los españoles las ventajas de la buena relación con Marruecos.

Guardas subrayó que España debería tener una "relación preferencial" con el país norteafricano, y en lugar de ello trata a Marruecos con "desprecio", como una "provincia de tres al cuarto", mientras trata con "más empaque" a algunas repúblicas iberoamericanas con las que tiene "ínfimas" relaciones y en las que mantiene nulos intereses.

El portavoz de CiU pidió un "Plan Marruecos" que permita mirar a este país "como uno de nuestros mejores aliados, que es lo que debería ser", y convierta a ambos países en "aténticos socios culturales y comerciales".

Recalcó que actualmente la situación "está peor" que nunca, y "eso no es culpa de Marruecos", por lo que recalcó que deben hacerse esfuerzos para retornar, no a la situación anterior al 11 de julio, sino a la época en la que mejor estaba la relación con Marruecos.

En cuanto al papel de la Unión Europea, dijo que "ha hecho lo que podía hacer" sabiendo que no se puede mediar en un conflicto en el que es parte, y agregó que "no me escandaliza" que EE.UU hay decidido tomar la iniciativa e implicarse directamente ante las consecuencias que esta crisis podría acarrear, pues se trata de una "práctica internacional perfectamente aceptable, correcta".