Ante las críticas de los portavoces de la oposición al papel subsidiario en que ha queddo España por aceptar a EEUU como mediador, y por ir a firmar la reconciliación a Rabat, Palacio asegura que "volvería a hacer lo mismo" porque siempre ha tratado de ser "flexible en las formas siendo absolutamente estricta en el fondo".

Desde un principio en el turno de réplicas, la titular de Exteriores ha aclarado que no iba a responder a muchas de las cuestiones porque no se sabe el expediente, ya que lleva sólo diez días en el cargo.

Reveló que, además del secretario de Estado de EEUU, ColinPowell, "aquí han apoyado muchos sin salir a escena", en alusión a tres conversaciones que mantuvo con Colin Powell.

En su intervención inicial, la ministra de Asuntos Exteriores saludó las reformas emprendidas por Su Majestad el Rey Mohamed VI dirigidas a la "consolidación" democrática de su régimen.

El Gobierno español, dijo, está dispuesto a trabajar en esa línea de profundización democrática con un diálogo bilateral "sin instancias intermedias".

BORRAR LA PINTADA DE LA LEGION

Precisamete sobre este tema la ministra insistió en que el papel del secretario de Estado de EEUU, Colin Powell, fue de "facilitador" del acuerdo "ante las dificultades de comunicación que existían para trasladar nuestra posición a la parte marroquí". Esta es la postura que ha mantenido durante toda la comparecencia porque se trataba de demostrar que se daba el primer paso para volver al "statu quo".

Cuando entonces Marruecos pide un "testigo", España dice que "no tiene posición, explicó la ministra, porque setrataba de restablecer el "statu quo" a la mayor brevedad.

De hecho, Ana Palacio ha revelado que el Gobierno ha ordenado que se borre la inscripción en pintura sobre la roca que dejaron los legionarios españoles en el islote.

Al comienzo de su intervención, la titular de Exteriores matizó unas palabras pronunciadas por ella esta mañana durante la toma posesión de altos cargos del departamento.

Ana Palacio comentó que no quiere que se malinterprete su comparación del "grave" ataque israelí a aza, con quince muertos, y lo sucedido en Isla de Perejil. Sólo se refería al hecho de que en los dos casos hubo vulneración del Estado de Derecho.

La ministra, que ha expresado su "solidaridad" al pueblo palestino y la "condena" por el ataque israelí.

RECIBIMIENTO FRIO

Respecto a la resolución de la crisis con Marruecos, la ministra señaló que es voluntad del Ejecutivo "reforzar el carácter estratégico" de la relación, aunque esto requiere que sea aceptado por la otra parte.

"En la situacón actual, y en primer lugar, es necesario ante todo recuperar el diálogo político, la necesaria dosis de confianza y poner en marcha, lo antes posible, los mecanismos de cooperación que se han interrumpido desde el año pasado", añadió.

Ante la insistencia de los partidos de oposición, la ministra ha dicho claramente que, en su viaje a Rabat el día 22 de julio, fue recibida de forma fría -"no fue un formato cálido, pero tampoco el ministro de Exteriores español va al aeropuerto de Barajas a recibir a inistros de Exteriores"- no se habló en ningún momento del Sáhara Occidental. Según Ana Palacio esa postura no ha cambiado.