MARRUECOS. EL GOBIERNO SE NIEGA A CAMBIAR DE POSICION SOBRE EL SAHARA PRESIONADO POR EL CONFLICTO DE PEREJIL

- El Ejecutivo insta al Gobierno Marroquí a negociar "a la mayor celeridad" y sólo sobre el islote

MADRID
SERVIMEDIA

Rajoy insistió en negociar sólo sobre la vuelta al "status quo" del Islote del Perejil como territorio desocupado, porque "lo demás no está en la agenda española y nada tiene que ver con el asnto que nos ocupa".

Según diversas fuentes diplomáticas, el tema del Sáhara es el verdadero trasfondo de la disputa sobre Perejil, ya que España es la única potencia occidental no desvinculada oficialmente del Plan de Arreglo (1991), que incluye un referéndum de autodeterminación en la ex colonia española tajantemente rechazado por Mohamed VI.

El 31 de julio tiene que reunirse el Consejo de Seguridad de la ONU para ver que solución da a 20 años de guerra en el Sáhara. Sobre la mesa, tres posibiliades: perseverar en ese Plan de Arreglo rechazado por Marruecos, avanzar en el estudio de la creación de un territorio autónomo bajo soberanía marroquí, como propuso George W. Bush al Consejo de Seguridad; o partición de la ex colonia española, solución apuntada por el ex secretario de Estado de EEUU James Baker en su último informe.

Francia parece decantarse por la propuesta estadounidense de mantener la integridad del territorio bajo soberanía marroquí con un estatuto de autonomía. El Gobierno españl, dentro de su postura de apoyo a una solución negociada, no ve con malos ojos la "solución Baker", si Argelia acepta, según fuentes diplomáticas.

Rajoy, en calidad de portavoz, dijo hoy en la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Consejo de Ministros que "no hay ninguna novedad" respecto al Sáhara y que el Ejecutivo no considera su postura "afectada ni relacionada" con lo que está ocurriendo en Perejil.

El "número dos" del Gobierno explicó que el objetivo del Gobierno sigue siendo exactamente el mismo" que antes de la operación de desalojo por parte española: dejarla deshabitada "de manera estable y duradera", como lo ha estado desde 1960.

Mariano Rajoy señaló que se quiere un entendimiento con Marruecos "a la mayor celeridad posible", pero cree que no son suficientes las palabras del ministro de Asuntos Exteriores Mohammed Benaissa a diversas radios, prometiendo que Marruecos no volverá a ocupar el peñón si España se va.

A LA ESPERA DE QUE LA PROMESA SEA "OFICIAL"

El Goierno "espera una respuesta oficial" de su homólogo marroquí, a través de los usos diplomáticos habituales y no de la radio. "Ahora es el momento de mantener conversaciones a nivel diplomático con un objetivo justo y equitativo que es devolver las cosas a la situación anterior (al 11 de julio)", dijo el vicepresidente. Marruecos se niega hasta que los legionarios españoles abandonen el peñón.

Según Rajoy, "aquí no se trata de que haya garantes ni mediadores ni similares", sino que es un asunto que se ebe resolver bilateralmente "sin necesidad de intervenciones de nadie".

El vicepresidente primero no ha querido entrar en la equidistancia que están mostrando las autoridades francesas entre un socio como España y un país tercero como Marruecos, ni tampoco en la aparente frialdad con que la UE está defendiendo los intereses españoles.

"España se siente muy apoyado y muy confortado por la declaración que ha hecho la UE (...) Todos los países han entenido que un país serio tenía que hacer lo que hio España: agotar todas las posibilidades por la vía diplomática y cuando se llega a la convicción de que no es posible, intervenir", prosiguió.

A su juicio, las críticas de parte de la prensa internacional a la operación de desaljo española, lejos de provocar debilidad a la posición negociadora en temas como el Sáhara o el Islote de Perejil, "provoca exactamente lo contrario".

"España", cree el portavoz del Gobierno, "hace un esfuerzo para comportarse en el ámbito internacional como un país serio sensato, que hace las cosas y las explica. Creo que el Gobierno español, y entiendo que una inmensa mayoría de la opinión pública española a sí lo ve, se ha cargado de razón en este asunto. Nosotros tampoco podemos aceptar que alguien tome una decisión unilateral y no hacer nada".

Preguntado si el Ejecutivo estaría dispuesto a compartir la soberanía sobre el Islote del Perejil, el vicepresidente primero comentó que "yo no entraría en mayores disquisiciones jurídicas porque, seguramente, podríamos perernos".

Lo que quiere España, reiteró, es devolverle el "statu quo" de territorio desocupado y eso no se va a cambiar porque nuestro país haya tenido que "restablecer la situación" por la fuerza.

(SERVIMEDIA)
19 Jul 2002
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