En la rueda de prensa posterior al Cnsejo de Ministros, el portavoz, Pío Cabanillas no quiso comentar las palabras del Rey Mohamed VI en el discurso que pronunció con ocasión del 26 aniversario de la Marcha Verde sobre el Sáhara.

Simplemente, dijo, el Ejecutivo español no tiene "el más mínimo problema en hablar de cualquier cuestión" porque, por parte española, "no existen motivos de fricción" ni "hipotéticos agravios".

Si por parte marroquí "los hubiera", advirtió, "¿Qué mejor que hablar de todo y, para empezar, que volviera el emajador marroquí?". O que siguiera en pié la Reunión de Alto Nivel (RAN), prevista para el 27 de diciembre y suspendida.

"Las relaciones no encuentran comparación desde el punto de vista bilateral con otros países", señaló Cabanillas, al tiempo que resaltó la "sorpresa" del Ejecutivo por interpretaciones que se han hecho desde el Gobierno marroquí y que "no se corresponden con los hechos". "Si hay que hablar, hablemos cuanto antes y al máximo nivel", volvió a pedir.

En sintonía con lo dicho, el potavoz no ha querido echar más leña al fuego contestando al documento hecho público esta mañana por el Ministerio de Exteriores marroquí, en el que se acusa al Ejecutivo español de ocultar "múltiples, reales e importante problemas".

Pío Cabanillas ha dicho que ese documento "se dirige fundamentalmente a los medios de comunicación y nosotros no tenemos que decir nada al respecto". Nunca ha habido una iniciativa para congelar la ayuda al desarrollo que se da a Marruecos, advirtió, no obstante, como tampoo hubo petición española de sanciones para el país vecino por la fata de acuerdo en materia pesquera.

"Si hay algún tema que ellos quieran tratar. No les extrañe que sigamos insistiendo en qué mejor manera que con embajador (marroquí) aquí, con una agenda todo lo abierta que era", insistió.