"Esperamos la misma firmeza y valentía para tomar decisiones que permitan culminar el Plan de Paz, con la celebración del referéndum en las fechas previstas", el 31 de julio del 2000, añadió Gali en un comunicado de prensa.

En su opinión, "esta decisión era esperada desde la llegada del nuevo monarca al trono, y decididamente con su destitución posiblemente se abre una nueva página en Maruecos. Con ello se pone fin a los periodos más tenebrosos del reino marroquí".

En este sentido, resalta que "un cambio en la política de obstruccionismo y expansión, por una mayor cooperación con la ONU, con el fin de que el referéndum de autodeterminación del pueblo saharaui se celebre en las fechas previstas, marcarán realmente un cambio en la política marroquí hacia el Shahara".

Asimismo, recordó que en los territorios ocupados "continúa desatada una oleada de represión sin precedentes que no uede seguir oculta a la opinión pública internacional", por lo que pide que se ponga fin a las acciones "represivas y sangrientas que se están produciendo", y exige la puesta en libertad de los saharauis condenados en juicios sumarísimos.