Los socialistas, incluido el secretario general, no ocultaban anoche su satisfacción por el resultado de las entrevistas durante el día con el primer ministro y con el titular de Exteriores, Mohamed Benaisa, hombre fuerte del Rey en el Ejecutivo.

Con ambos coincidió, según explicó él mismo, en la necesidad de rcuperar el diálogo entre los dos países. Incluso, el primer ministro se mostró abierto a estudiar su petición expresa para que el embajador regrese a Madrid, a ser posible antes de que comience la Presidencia española de la Unión Europea.

Cuando los socialistas hacían balance de estos encuentros, ya por la noche, en el hotel, Rodríguez Zapatero fue avisado de que se encontraba allí André Azhulai, asesor personal del monarca. Según aseguraron fuentes cercanas al secretario general del PSOE, ambos estuveron reunidos cerca de una hora, a solas y al margen de todo protocolo.

Después, Rodríguez Zapatero y la secretaria de Política Internacional del PSOE, Trinidad Jiménez, fueron invitados a cenar en el domicilio particular de Khalid Alioua, el responsable de Internacional en la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP).

En la casa estaban también el primer ministro, Abderraman Yusufi, y el titular de Exteriores, Benaisa, junto a una amplia representación del Gobierno de Marruecos y de otros secores de la sociedad del país.

El tratamiento dispensado por las autoridades marroquíes al secretario general del PSOE era destacado anoche por la delegación socialista. Rodríguez Zapatero se muestra convencido de que su visita servirá efectivamente para reanudar el diálogo bilateral.