"Tenemos que tener claro que los terroristas golpean donde y cuando pueden, pero, bajo ningún concepto, podemos inferir que un Estado de derecho deba dejar de hacer algo o cumplircon sus obligaciones, porque pueda temer algún tipo de represalia", dijo Arístegui.

"Por lo tanto", añadió, "lo que tenemos que tener muy claro las democracias es tener muy presente que el terrorismo no va a dejar de actuar con saña, simplemente, porque los Estados de dereho, los estados democráticos dejen de hacer lo que, a nuestro juicio, es necesario".

El diputado popular destacó que los terroristas también han golpeado con saña en Casablaca otros intereses, como el Consulado de Bélgica, país ue estaba en una posición totalmente contraria a la intervención en Iraq.

"El odio del islamismo radical internacional no es contra los países que hayan hecho o dejado de hacer algo, es, simplemente, contra una forma de ver las cosas, contra la libertad, contra la democracia y hay que recordar, una vez más, que las primeras víctimas del islamismo radical son los propios musulmanes y el islam y eso es lo que tenemos que tener claro", concluyó.