El "paro biológico", con el que se pretende regenerar todas las especies de marisco en la época de reproducción y cría, comenzará el próximo 1 de octubre y finalizará en la última semana de febrero.

Los mariscadores se quejan de ue la veda les obliga a mantener paradas las embarcaciones y artes de pesca, con la consiguiente pérdida de ingresos, en especial para las pequeñas empresas.

Por ello, los mariscadores de Málaga proponen el levantamiento de la prohibición de pesca para el langostillo o corruco, especie muy abundante en el litoral andaluz, especialmente en la costa malagueña, que lleva cuatro años vedada por el Gobierno autónomo.

A raíz de una marea roja que afectó al Mediterráneo hace cuatro años, la Junta prohibó la captura del langostillo, al presentar estos animales altos índices de toxinas.

En la actualidad, según un informe del Ministerio de Sanidad y Consumo, el peligro de intoxicación de esta especie ha desaparecido y de los análisis no se desprende que haya riesgo para la salud de los consumidores.

Los mariscadores consideran que tras cuatro años sin pescar esta especie, a excepción de "la acción atroz de los pescadores furtivos", la cantidad de langostillos existente en los caladeros andaluces rsulta suficiente para suplir en los próximos años las vedas que ahora se imponen al resto de las demás especies de mariscos.

Para ello, proponen controlar el volumen de pesca por embarcación y día, fijar un tope de ingresos por casco y eliminar el furtivismo.

Por su parte, CCOO de Andalucía gestiona con la Consejería de Trabajo de la Junta la concesión de subvenciones que palíen la falta de ingresos y permitan la reconversión de las artes para otras faenas de pesca.

La central sindical propoe que los mariscadores de este tipo de embarcaciones, así como sus patronos, sean considerados trabajadores a todos los efectos, con la finalidad de que en las próximas campañas de veda puedan percibir el subsidio de desempleo.