Barbero señaló su deseo de marcharse de vacaciones. "Desearía tomar unos días de descanso, porque una causa como ésta produce un brutal 'stress' que todo el mundo puede comprender".

Por otro lado, el juez no quiso pronunciarse sobre la designación de Josep María Sala como senador. "Prefiero no hacer comentarios sobre ese asunto", añadió el agistrado.

Barbero, durante su intervención en la facultad, defendió la figura del juez de vigilancia como una de las innovaciones más importantes de la Ley General Penitenciaria y estimó que es la garantía más "idónea" para la defensa de los derechos del recluso y la correcta aplicación de los permisos.

El juez afirmó que "mientras que existan las cárceles no debe prescindirse del juez de vigilancia" y añadió que lo que hace falta es que "disponga de una formación específica, tanto criminológicacomo siquiátrica".

Asimismo, defendió la concesión de permisos de salida a los reclusos y argumentó que "contribuyen en mayor medida a alcanzar la rehabilitación social de los presos".

Marino Barbero, que es además catedrático de Derecho Penal de la Universidad Complutense, advirtió que el riesgo del mal uso de los permisos por parte de los reclusos es algo que el sistema tiene que "asumir", procurando "minimizarlo".