El presidente de la Junta de Extremadura, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, afirmó recientemente que Barbero había renunciado a la carrera judicial por incompatibilidades, ya que "ha sido doble funcionario de los ministerios de Educación y Justicia". Ibarra también dijo del magistrado que era "un funcionario irregular" y que "no se puede ser juez y tener servicios especiales".

Marino Barber justificó en su día su abandono de la magistratura debido a que se había sentido perturbado en su independencia como juez por unas manifestaciones de Rodríguez Ibarra que, en su opinión, no habían sido suficientemente contestadas desde el Consejo General del Poder Judicial.

Tras las últimas declaraciones del presidente extremeño, la Complutense asegura que, una vez que Barbero fue nombrado magistrado del Supremo, en mayo de 1986, el rectorado resolvió, el 4 de junio, declararle en la situación de sericios especiales, "con los efectos legalmente previstos, entre otros los de reserva de cátedra y posibilidad de volver a ocuparla cuando lo estimase a bien".

"Desde esa fecha", añade la universidad, "el profesor Barbero Santos no ha prestado ningún servicio a la Universidad Complutense, ni ha percibido emolumento alguno. Su situación como funcionario ha sido absolutamente regular".