A su juicio, sí se pueden reducir las agresiones en los centros escolares con "el dialogo, la educación, con más medios y profesores, y con menos alumnos por clase".

Marín afirmó que "antes de hacer decretos", la consejería debería hablar con los centros, con las asociaciones de padres, con los sindicatos y partidos para "ponernos todos de acuerdo".Advirtió que, de no hacerse con la participación de toda la comunidad escolar, "los decretos no resolverán nada y serán sólomedidas cosméticas que no sirven para nada".

Respecto al decreto, en el que se propone que los alumnos que amenacen, peguen o insulten al profesor puedan ser expulsados o cambiados de centros, según adelanta hoy "La Razón", reconoció que "hay casos sangrantes en algunos colegios", aunque señaló que este tipo de violencia es "algo minoritario".