El pasado viernes, todos los grupos parlamentarios excepto el PP presentaron una petición formal a Marín para que recuperara el criterio de "flexibilidad" en este sentido, eliminado por él mismo por entender que algunos grupos habían tratado de sobrepasarlo.

En virtud de esa última decisión de Marín, sólo el castellano es lengua de trabajo oficial en el Congreso de los Diputados, frente a la flexibilidad que permitía hacer breves introducciones en catalán, gallego o euskera con inmediata traducción por parte del orador.

En la reunión de hoy de la Junta de Portavoces, el presidente comunicó a los grupos su intención de "reflexionar" sobre este escrito antes de tomar una decisión.

Esa decisión será, en todo caso, provisional, aplicable mientras la reforma del Reglamento del Congreso de los Diputados fija un criterio definitivo sobre el régimen lingüístico en la Cámara.