Peña basó su optimismo en que, gracias a la reforma laboral, la economía española ya no necesitará crecer un 3 por ciento para crear empleo, sino que bastará con un 1,5 por cien.

Advirtió que "sería insensato echar las campanas" y reconoció que, aunque en los útimos meses disminuyó el paro registrado en las oficinas de empleo, le "dan miedo los meses de junio y octubre, proque tradicionalmente no son buenos para el empleo".

En cuanto a la discrepancia entre las cifras del Ministerio de Trabajo y las de la Encuesta de Población Activa (EPA) sobre la evolución del paro, señaló que en su ministerio tienen una cierta incomprensión ante los datos de la EPA porque "nos da una cifra de empleo inferior a los afiliados que tenemos en la Seguridad Social".

En reación a las jubilaciones anticipadas, señaló que "nunca ha sido objetivo de nadie ni nadie la ha defendido. Ha sido una necesidad para dar solución a una crisis concreta en una empresa concreta. Es posible que hayamos abusado (de la misma), ya que llevamos quince años con este mecanismo".