La decisión de Marco de no presentarse a la reelección podría salvarle en última instancia de presentar la dimisión inmediata, como le había requerido Izquierda Unida, grupo parlamentario con cuyos votos el PSOE accedió al goierno hace catorce meses, tras una moción de censura que derribó a su predecesor del Partido Aragonés.

Esta determinación de Marco se produce tras el escándalo suscitado por el caso de supuesto espionaje político que ha mantenido en vilo a la clase política aragonesa en las últimas semanas, al conocerse que el presidente regional había contratado a una agencia de investigación para efectuar un "barrido" telefónico en las líneas de la sede del Ejecutivo autónomo.

Posteriormente, el alcalde de Zaraoza, Antonio González Triviño denunció que la misma empresa contratada por Marco, Diamond, había efectuada labores de espionaje a varios líderes políticos aragoneses, incluido el propio edil y compañeros del partido.

La Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Aragón decidió abrir diligencias de oficio para investigar la posible comisión de un delito en relación con este caso.