Se trata de un pryecto impulsado por la Obra Social de Caja Madrid, la Agrupación Naturalista Esparvel y el Grupo para la Recuperación de la Fauna Autóctona (Grefa), en el que también colabora el Ayuntamiento de Toledo.

Esta experiencia pretende devolver esta especie amenazada a Toledo, mediante un programa que durará unos cinco años. El cernícalo primilla ha sufrido en los últimos 50 años un descenso de hasta un 90% de su población y está catalogado actualmente como vulnerable en el Catálogo Regional de Especies Amenzadas.

Esta situación es el resultado de la intensificación de la actividad agrícola, el uso masivo de pesticidas, el derrumbe de edificios, las restauraciones inadecuadas y el expolio. En Toledo, de donde desapareció en los años 60, hubo una importante población de cernícalos primilla en varios edificios del casco histórico, como la Catedral o San Juan de la Penitencia.