La marcha, en reivindicación de soluciones urgentes a la crisis del sector en la Costa del Sol, ha transcurrido a lo largo de la N-340, a pesar de la prohibición del Gobierno Civil de Málaga, que no ha prestado a los manifestantes el servicio de protección policial.

Los trabajadores, en su mayoría inmersos en expedientes de regulación de empleo o cierres patronales de hoteles, han evitad en todo momento invadir la carretera, principal causa esgrimida por el Gobierno Civil para desautorizar la marcha.

A su llegada a Marbella, los manifestantes fueron recibidos por otros trabajadores de la hostelería que aún conservan sus puestos laborales. La noche la pasarán en un polideportivo municipal cedido por el Ayuntamiento de la localidad.

La segunda etapa de la marcha llevará mañana a los sindicalistas desde Marbella a Fuengirola, donde el secretario general de CCOO, Antonio Guitérrez, e unirá a la movilización.

El jueves, estos trabajadores llegarán a Torremolinos en la penúltima etapa de la marcha, que finalizará el viernes en Málaga, ante la Delegación Provincial de la Consejería de Economía y Hacienda de la Junta de Andalucía, después de haber recorrido ochenta kilómetros a pie.