En contra de la opinión del presidente del Gobierno, Felipe González, favorable a la presidencia danesa, Oreja dijo que, a su juicio, lo más lógico es que fuera Bélgica quien asumiera la presidencia y se encargara de conducir a la CE "en un momento tan turbulento para Dinamarca como va a serprobablemente un nuevo referéndum que se produzca en los primeros seis meses de 1993".

Añadió que, no obstante, si finalmente se acuerda que sea Dinamarca la que asuma la presidencia, "tendrán que ayudarle todos para que pueda conducir con éxito probablemente el momento más difícil que tenga la Comunidad en estos últimos 20 años".

Respecto a la "cumbre" de Birminghan celebrada ayer, que calificó como "una voluntad de seguir adelante", señaló que en ella no se han puesto en evidencia las dificultaes que existen, ya que, a su juicio, ni se han manifestado los puntos del desacuerdo ni se han tratado temas pendientes, como el principio de subsidiariedad o el reparto de competencias de la Comunidad y los estados miembros.

Según Oreja, la "cumbre" de Birminghan pone término al deterioro producido por causas políticas, económicas y monetarias y ha creado un clima de confianza que puede permitir a los miembros de la CE abordar esas importantes cuestiones en Edimburgo.

"Han conseguido mostrar el entimiento de que los doce pertenecen a una misma familia que manifiesta la voluntad de perseguir una misma aventura colectiva", afirmó.