En una entrevista publicada hoy por "El País", Maragall resaltó que "se equivocó y lo ha reconocido. Pero no me escandaliza lo suficiente para concluir que esa persona no puede ejercer como consejero. Hay partidos que no deben recurrir a los militantes, o no tanto, porque tienen dinero".

"Creo que no hay delito. Y me escandaliza que los partidos que tienen dinero se escandalicen. El problema de Vendrell es que pidió dinero a alguien que no era militante...", prosiguió, para resaltar en que "debemos esperar a que actúe como consejero para evaluarlo como consejero".

Maragall explicó que "el cambio de Gobierno era necesario. Debemos encarar con mayor empuje lo que falta de mandato y no hay una razón sólida para esperar al referéndum del 18 de junio...", y aseguró que no existía un compromiso con el tripartito de esperar hasta la ratificación del Estatuto para realizar la remodelación.

En cuanto al Estatuto, lamentó que "hay gente en Esquerra que opina que el Estatuto es malo. Yo creo que es muy bueno", y esto no impide gobernar, porque "el Estatuto ya está acabando su trayectoria. El Gobierno no puede prohibir a un partido que le da apoyo votar diferente".

Apuntó que desea que ERC finalmente dé el sí al Estatuto, "pero lo veo muy difícil", pero reiteró que "el Gobierno es independiente de eso. El Estatuto es una obra del Parlamento catalán y del español y del pueblo de Cataluña, que lo aprobará con amplio margen".

Preguntado por su futuro político, recalcó que "no veo razones para no repetir" como candidato a la Generalitat, y remarcó que "yo no le debo pedir apoyo" al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. "Le pediré que venga a los mítines. No se trata de que él deba dar luz verde".

ASTUCIA PRODUCTIVA DE ZAPATERO

En cuanto al pacto del presidente del Gobierno y el líder de CiU, Artur Mas, en el Palacio de La Moncloa, Maragall considera que "fue una astucia productiva, la de Zapatero", aunque reconoció que esa reunión "nos sorprendió a todos".

CiU "tuvo importancia en la aprobación, aunque a base de extremar el texto, pero no en la redacción y elaboración, que fue mérito de los partidos de izquierda", agregó, "Nosotros facilitamos su incorporación con generosidad, y él respondió arriesgando y con coraje".

Remarcó que "el PSC es la columna vertebral del Estatuto y de la arquitectura política española, porque tiene un planteamiento federal y porque ha sido decisivo para que el PSOE avanzase hacia la España plural. El PSC ha sabido contener sus ambiciones y derechos. Ha aceptado, por ejemplo, prescindir de momento de tener grupo propio en el Congreso".

"Nosotros creamos algunos problemas, pero ofrecemos siempre soluciones avanzadas", concluyó. "Somos parte de España, somos España, no la consideramos una cosa ajena y distante con la que se negocia un trato mercantil, aunque a veces es más fácil de encajar desde allá".