Algo que ya dijo meses atrás durante una sesión de control en el Parlamento de Cataluña, a propósito de los acuerdos a los que llegaron Zapatero y Artur Mas (CiU) para desbloquear el Estatuto en la reunión secreta del 21 de enero en Moncloa.

Al término de dos horas y media de reunión con Zapatero en La Moncloa tras el anuncio de que no volverá a repetir como candidato del PSC a la Generalitat, Maragall compareció en rueda de prensa para explicar que la relación entre ambos "nunca ha sido tan buena como es hoy" y "va a seguir en esa línea".

Zapatero y Maragall hablaron de su coincidencia en la "España plural", en la que tiene que haber "diferencias" entre autonomías por la historia y la realidad social de unas y otras, aunque el presidente catalán le ha "dejado claro" a Zapatero que "Cataluña es una cosa y nacionalismo otra".

Reiteró que no sería "lógico, ni justo, ni positivo" para Cataluña ni para el conjunto de España que sea CiU, la coalición que durante 23 años gobernó Cataluña y se "opuso" a reformar el Estatut, la que gestionara la nueva situación. Eso, insistió, es "perjudicial" para Cataluña y, por extensión, para toda España.

Una clara alusión a las supuestas cláusulas secretas del encuentro Zapatero-Mas respecto a un posible pacto CiU-PSC tras una eventual victoria convergente en las elecciones del 22 de octubre próximo. Este daría la Presidencia de la Generalitat al líder de CiU y la Consellería en Cap al candidato socialista, José Montilla.

DESARROLLO DEL ESTATUT

El presidente catalán, que recalcó que los votos de CiU no eran "necesarios" para sacar adelante el Estatuto en las Cortes, se presentó a sí mismo como un mandatario todavía en ejercicio que hizo posible el Estatuto y anunció que en los meses que le restan al frente del Ejecutivo catalán (hasta finales de año) no va a limitarse a gestionar el día a día, sino que tiene con los catalanes un "compromiso de desarrollo" del texto.

Para empezar, anunció una descentralización de competencias a favor de los entes locales catalanes, para aproximar la administración al ciudadano. Además, dijo, hay que poner en marcha las comisiones bilaterales Estado-Generalitat, aunque luego reconoció que no hay fechas previstas.

En cuanto al por qué de su marcha, agradeció el apoyo a toda lagente que le ha animado a presentarse de nuevo y luego, en respuesta a una pregunta, reconoció que el presidente del Gobierno no se encuentra entre ellos. "Me refiero a la gente con la que me siento en deuda y, en general, al pueblo de Cataluña", apostilló.

Reconoció también que él y Zapatero hablaron "positivamente" de su posible sucesor en la candidatura, el actual ministro de Industria y secretario general del PSC, José Montilla, pero no dijo más al respecto.