Maragall, que hizo estas declaraciones durante una ueda de prensa en la que hizo balance de las primeras semanas de su nuevo gobierno municipal, insistió en que CiU "debe ser fiel a la tradición catalana de apoyo a la izquierda moderada española para solventar los problemas pendientes de Cataluña y los de la gobernabilidad de toda España".

El alcalde de Barcelona consideró que Jordi Pujol debería clarificar si quiere seguir apoyando al Ejecutivo o no, y recordó que tampoco ha expresado de manera clara su postura sobre los Presupuestos de 1996.

Eneste sentido, agregó que "todo el mundo está de acuerdo en que (los presupuestos) sean ajustados a las exigencias de la convergencia económica europea, mientras que los únicos que discrepan son los de CiU".

Maragall reiteró su apoyo al ex vicepresidente del Gobierno Narcís Serra, del que dijo que es el catalán que ha llegado más alto en las instituciones del Estado, y aseguró que su vuelta a Cataluña supondrá "un impacto positivo para la política catalana".

El alcalde de Barcelona reforzó esta ida asegurando que Serra había fijado su residencia habitual en Barcelona a pesar de que todavía mantiene su escaño en el Congreso.