Maragall dijo, en una rueda de prensa multitudinaria convocada para explicar su renuncia a la alcaldía de Barcelona antes de que termine la legisltura, que la primera necesidad de hacerlo es "de recomposición personal", ya que "la política no puede estar reñida con un equilibrio personal". Sin embargo, descartó que entre sus planes esté fundar otra formación al margen del PSC.

En este sentido, eludió responder si contemplaba enfrentarse a Jordi Pujol en las próximas elecciones autonómicas. Sólo comentó que "no tengo una idea precisa sobre esta cuestión", para insistir en que "de verdad, de verdad que no tengo otra pretensión que la de Barcelona hasta que presente su renuncia el próximo mes de septiembre.

"Quien quiera interpretar que mi decisión tiene otros objetivos, pretensiones políticas que van más allá, se equivoca", dijo. "Son 15 años muy plenos pero creo que debe haber un límite en las cosas", añadió.

Según Maragall, su decisión de dejar la alcaldía tampoco se debe a "una fatiga o un cansancio", ya que "el alimento que se obtiene es superior a la quema de energía. La ciudad da más de lo que quita".

El alcalde de Barcelona cntró buena parte de su explicación en dejar claro que los socialistas catalanes han conseguido transformar el partido y que "ha terminado un momento difícil" del mismo tras la celebración del congreso nacional, el pasado mes de octubre, y del congreso de Barcelona el pasado fin de semana, en el que anunció que renunciaría a la alcaldía en 1997.

Reiteró que su posición no "ha sido en contra de determinadas decisiones", refiriéndose a la elección de la dirección del PSC de Barcelona, de la que el mismo ábado dijo que no era la que él hubiera querido, aunque quiso zanjar este punto asegurando que "las transiciones, en los partidos, son enormemente complicadas, y nosotros las sabemos hacer".

Maragall negó que su determinación fuera una consecuencia directa del anuncio realizado hace pocas semanas por Miquel Roca, en el sentido de que no volvería a presentarse a las elecciones municipales. Indicó que la postura de Roca "no ha influido nada en mi decisión, pero sí en mi anuncio".

PENSADA HACE DOS AÑOS A su juicio, su decisión de abandonar la alcaldía de la ciudad, ya pensada desde hacía dos años, no debe suponer un "debilitamiento" para Barcelona, porque "tiene garantizado un gobierno fuerte y un futuro" y hoy es "más equilibrada y prestigiosa que la de los Juegos Olímpicos".

Agregó que tanto la solidez de la ciudad como el hecho de que dejará un equipo municipal fuerte cuando se vaya contribuyen a que haya tomado una decisión "meditada y antigua", aunque "nuestros adversarios (CiU) nos lo hanpuesto un poco fácil porque están preocupados por la política de Madrid".

Pasqual Maragall reiteró que piensa acabar su mandato como presidente en el Comité de Regiones de la Unión Europea, que finaliza el 31 de diciembre de 1997, tres meses después de que deje la alcaldía y que intentará que hasta entonces "esté aprobada o lista la Carta Municipal", una de las cuestiones pendientes de su etapa como alcalde de Barcelona.

Respecto a las personas que conocían que iba a hacer público su anuncio el psado sábado, justo un día después de que el primer secretario del PSC, Narcís Serra, le pidiera que volviera a presentarse a las próximas municipales, comentó que sólo lo sabía "el círculo familiar".

Añadió que intentó hablar antes con Serra para comunicárselo pero "estaba en Lérida y después acudió al congreso de ERC en Vilafranca del Penedès. Tenía el día más complicado de la temporada".