"Sin estos juegos", añadió en catalán, "no podemos pensar que la fiesta ha salido redonda. Sin los récords que se btirán a partir de hoy, no nos es posible anunciar el éxito deportivo de Barcelona 92".

Maragall agradeció la contribución que los deportistas de estos juegos hacen al progreso general y les aseguró que "la ciudad universal, la ciudad adaptada, no se puede hacer para hoy o para mañana, pero sí que es posible".

El alcalde de Barcelona hizo un llamamiento a los barceloneses y a los extranjeros para que disfruten con las leyendas deportivas que se establecerán en Barcelona. "Gracias a estos Juegos daemos un paso importante para hacer una ciudad y un país más habitables", concluyó.

SIN BARRERAS NI LIMITES

A continuación, tomó la palabra el presidente de la Fundación ONCE, José María Arroyo, que comenzó su alocución recordando que "más de 4.000 personas, entre deportistas y acompañantes, habéis venido a Barcelona para demostrar que en el deporte no existen barreras ni límites".

"La Fundación ONCE, que represento", agregó, "se ha ofrecido al COOB para colaborar en el esfuerzo de preparar esteacontecimiento. Somos un organismo que se ocupa de las personas con discapacidades y que tiene como objetivo ser una herramienta útil en la labor social del Estado".

Tras señalar que el deporte debe ser la culminación del esfuerzo de los Paralímpicos, Arroyo agradeció a la reina Sofía el apoyo y la confianza prestados para la realización de los juegos y resaltó la labor de los voluntarios como "el mejor signo de esperanza para una sociedad más feliz, más abierta y más solidaria".

El presidente dela Fundación ONCE, que leyó su discurso en "braille" y fue aplaudido efusivamente por el público, finalizó diciendo que "el mundo aprenderá que ninguna barrera es insuperable, que ninguna distancia es demasiado larga, que ningún listón es demasiado alto".

El presidente del Comité Internacional de Federaciones Deportivas de Minusválidos (ICC), Guillermo Cabezas, intervino en último lugar y se mostró convencido de que "lo mejor de esta edición de los Juegos Paralímpicos será el público".

Según afiró, "los atletas lo darán todo para que podamos presenciar los mejores Juegos Paralímpicos de la historia" y los barceloneses lograrán que "los estadios llenos hablen el idioma de la paz y de la solidaridad".

La ceremonia inaugural comenzó, en el marco del repleto estadio olímpico, con la actuación de "Els falcons de Vilafranca". A continuación, y con el himno de Catalunya ("Els Segadors") de fondo, hizo su entrada la reina Sofía acompañada por Guillermo Cabezas, José María Arroyo y el alcalde de Barceona. Una vez instalados en el palco presidencial sonó el himno español.

En el Estadio irrumpió el Carrusel de la Guardia Urbana de Barcelona y después apareció la bailarina Maite Bisetti interpretando una alegoría de la sabiduría y la poesía de la visión interior.

Bisseti hizo entrega de la bandera paralímpica al primero de los deportistas preparado para iniciar el desfile. Más de 3.000 deportistas y acompañantes que representaban a 85 delegaciones, 26 países más de los que desfilaron en Seul en988, recorrieron el estadio durante poco más de una hora arropados por los saludos del público.

Después de los discursos, la Reina, desde el palco de honor, declaró abiertos los IX Juegos Paralímpicos de Barcelona. En ese momento hizo su entrada la bandera paralímpica, atada a las sillas de ruedas de ocho deportistas, al compás del himno compuesto por el mallorquín Antoni Parera e interpretado por José Carreras.

EMOCIONANTES RELEVOS

Con las luces del estadio apagadas, entró el deportista paralípico José Santos portando la antorcha paralímpica y fue relevado en el escenario por la atleta ciega Puri Santamarta quien, acompañada por un perro guía, llevó la antorcha hasta la tribuna de honor.

En este lugar recogió la llama la paralítica cerebral Neus Alvarez y la entregó al atleta con silla de ruedas, Bertrand de Five, situado al lado del olivo. Este llevó el fuego hasta el escenario donde Antonio Rebollo, el arquero que encendió el pebetero en los Juegos Olímpicos, repitió con acierto su acció, momento en el cual todos los asistentes se levantaron de sus asientos para aplaudirle.

La segunda parte de al ceremonia comenzó con un canto de bienvenida escrito por el poeta Miquel Martí i Pol e interpretado por la soprano Virginia Parramón acompañada de 96 niños que tradujeron el canto al lenguaje de los sordos.

"La luz de la inspiración", título del espectáculo central del acto, comprendía una parte llamada "El espíritu humano", en la que científico Stephen W. Hawking envió un mensaje que epresaba la importancia de la capacidad humana de crear.

La entrada en el escenario del grupo "La Cuadra de Sevilla" dio vida a la sección más folclórica del acto, que quería expresar la explosión de la alegría. Montserrat Caballé y Salvador Távora interpretaron después la canción "Paloma blanca".

LA PETRA MOTORIZADA

Tras la actuación de Joan Manuel Serrat, que interpretó el tema musical "Utopía", la mascota paralímpica Petra llegó al estadio subida a la moto del piloto de trial Gabino Renales. Una gran fiesta con representación de las distintas tradiciones catalanas dió paso a la interpretación del himno a Europa por parte de 400 niños.

La posterior entrada de 200 sillas de ruedas, de las cuales cien eran conducidas por minusválidos y otras cien por personas sin minusvalía -todas ellas vistosamente engalanadas-, y el espectacular castillo de fuegos de artificio clausuraron esta ceremonia.

Las personalidades ciegas recibieron información comentada de todo lo que aconteció durante laceremonia a través de un sistema de rayos infrarrojos conectado a unos auriculares que se les entregó a su llegada al estadio.