SEQUIA

MARAGALL ASEGURA QUE EL ESTATUTO SERA "SOCIALMENTE AMBICIOSO, POLITICAMENTE REALISTA Y JURIDICAMENTE CONSTITUCIONAL"

- Madrileños, extremeños y andaluces transmiten su preocupación por que el debate autonómico eclipse los logros del Gobierno de Zapatero

MADRID
SERVIMEDIA

El Comité Federal del PSOE está debatiendo en profundidad sobre el modelo de Estado y la reforma de los Estatutos de autonomía que va a defender.

El presidente del Gobierno catalán y líder del PSC, Pasqual Maragall, garantizó al máximo órgano de dirección socialista que la reforma del Estatuto estará dentro de la Constitución y será "socialmente ambicioso, políticamente realista y jurídicamente constitucional".

En su intervención, la última de las que se produjeron en el debate, Maragall dio las gracias al presidente del Gobierno y líder socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, por su "valentía y coraje" al afrontar esta nueva etapa y afirmó que estamos ante un momento histórico "de verdad" que puede lograr que se cierren las "fracturas que quedan pendientes" .

Reconoció que éste es un momento "crucial" y afirmó que, pese a las dificultades, la reforma del Estatuto "va a salir adelante y va a salir bien". Maragall explicó que, como comunidad autónoma, Cataluña podría pedir la modificación de la Constitución, pero aseguró que "no lo va a hacer porque su intención es sacar adelante un nuevo Estatuto "socialmente ambicioso, políticamente realista y jurídicamente constitucional".

24 de los miembros del máximo órgano de dirección del PSOE solicitaron la palabra tras escuchar la exposición inicial de Zapatero.

Los portavoces de las federaciones madrileña, Rafael Simancas; extremeña, Francisco Fuentes; y andaluza, Luis Pizarro, manifestaron su común "preocupación" por el hecho de que el debate estatutario tenga una relevancia tal que pueda llegar a eclipsar los logros del Ejecutivo en los terrenos social y económico.

Aseguraron que los ciudadanos perciben este debate como prioritario en la política socialistas cuando, en su opinión, debe ocupar un lugar secundario.

En general, y según explicaron fuentes socialistas, los intervinientes manifestaron su total apoyo a la labor del Gobierno y a la gestión de la Ejecutiva del PSOE, destacando especialmente el cambio que ha supuesto la llegada de los socialistas al poder tanto en aspectos sociales como económicos y la implantación de un estilo de hacer política desde el diálogo y alejado de la crispación.

De igual modo, expresaron su apoyo a la propuesta de financiación sanitaria, aunque puntualizando que se trata de una iniciativa base que puede ser mejorada.

En cuanto a la reforma de los Estatutos, todos coincidieron con Zapatero en que se trata de una oportunidad histórica de modernizar el Estado que no debe desaprovecharse y que debe realizarse necesariamente dentro de los límites de la Constitución.

Hubo advertencias de que las comunidades históricas, y en concreto Cataluña, no deberían invocar los derechos históricos como fuente de legitimidad de sus peticiones de autogobierno, puesto que la legalidad vigente en materia autonómica emana de la Constitución de 1978, que debe ser el límite de cualquier reforma.

Manuela de Madre intervino antes que Maragall en nombre del PSC para afirmar su adhesión total a las ideas formuladas por Zapatero en su intervención de primera hora de la mañana.

Intentó tranquilizar a quienes se habían manifestado inquietos por las intenciones de los socialistas catalanes respecto de la reforma del Estatuto y garantizó que cualquier propuesta que defienda el PSC estará dentro de los límites que establece la Carta Magna.

"No hay motivo para la preocupación", dijo a los miembros del Comité Federal. Afirmó, además, que el PSC suscribe la idea de la reforma expresada hoy por Zapatero y que igual que él defenderá un modelo estatutario que no contenga "ni inmovilismo, ni egoísmo, ni radicalismo".

En su intervención, el secretario general del PSE, Patxi López, tuvo una intervención en la que se refirió a la situación del País Vasco.

Insistió en que el logro de la paz requiere la "máxima discreción" y aseguró el total apoyo "sin fisuras" de los socialistas vascos a la política de Zapatero. Según aseguró, la paz no puede tener precio político, pero "justifica una actitud de valentía".

(SERVIMEDIA)
03 Sep 2005
SGR