MANUEL PATARROYO, CREADOR DE LA PRIMERA VACUNA SINTETICA CONTRA LA MALARIA, GALARDONADO CON EL PRINCIPE DE ASTURIAS

OVIEDO
SERVIMEDIA

El bioquímico colombiano Manuel Patarroyo, creador de la primera vacuna sintética del mundo contra la malaria, ha sido galardonado con el Pemio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 1994, según anunció hoy en Oviedo el jurado que presidía el bioquímico Francisco Grande Covián.

El acta del jurado destaca en Patarroyo "la importancia de su aportación científica en la programación, desarrollo y experimentación de campo de una vacuna sintética contra la malaria".

En su trabajo, según el jurado, destaca la originalidad, el rigor y la perseverancia durante muchos años, y sus esfuerzos han sido reconocidos y apoyados pr organizaciones de la salud de todo el mundo.

También destacan en favor del galardonado que sus experiencias son un modelo ejemplar para otros esfuerzos en la síntesis de vacunas frente a variadas epidemias que amenazan la vida de grandes grupos humanos.

Patarroyo nació en noviembre de 1946 en la localidad colombiana de Ataco y es el artífice del primer remedio conocido para la malaria, el único reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La vacuna, que se fabrica actualmente n California, ha sido probada con éxito en más de 40.000 personas en áreas que sufren esta efermedad epidemiológica, en Colombia, Venezuela, Ecuador, Brasil y, más recientemente en algunos países africanos.

Se trata de una enfermedad tropical que provoca la muerte de entre tres y cinco millones de personas cada año y ocasiona entre trescientos y quinientos millones de casos clínicos en el mundo.

El compuesto elaborado por Patarroyo actúa contra una de las formas más virulentas de esta enfermedadha demostrado su eficacia entre un 40 y un 66 por ciento de los adultos y en el 77 por ciento de los menores de cinco años.

Patarroyo ha sido durante los últimos quince años un destacado investigador de otras enfermedades y de la posibilidad de obtener otras vacunas sintéticas, algo que él logró en 1986, aunque la ciencia no esperaba conseguirlo hasta el año 2025, según fuentes de la Fundación Principado de Asturias.

(SERVIMEDIA)
20 Mayo 1994
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