MANUEL FRAGA PROMETE DEJAR BIEN ORDENADA SU SUCESION ----------------------------------------------------

- "España parece una merienda de negros en un tunel donde todo es posible", afirmó el presidente de la Xunta

SANTIAGO DE COMPOSTELA
SERVIMEDIA

Manuel Fraga fue relegido hoy presidente regional del PP de Galicia en un ongreso marcado totalmente por la campaña hacia las elecciones europeas, que el político gallego consideró una inmejorable ocasión de los españoles para "decir a sus gobernantes actuales que no le sirven y que quieren otra cosa".

Fraga responsabilizó al PSOE de permitir la desintegración del Estado para mantenerse en el poder y definió a la España actual como "una merienda de negros en un túnel donde todo es posible".

Se mantiene también Xosé Cuiña como secretario general en la cúpula del partido Para contentar a todos sus barones, Fraga adoptó decisiones salomónicas como incluir en su candidatura a un presidente de honor (Fernández Albor), un presidente adjunto (Tomás Pérez Vidal), dos secretarios generales adjuntos (Víctor Vázquez Portomeñe y María Jesús Sainz), y cinco vicepresidentes (Mariano Rajoy, Victorino Núñez, José Manuel Romay, Francisco Cacharro y José Luis Baltar).

La Ejecutiva está integrada por 39 miembros, y la principal novedad es la exclusión de Juan Fernández, recién dimitio al frente de la Consejería de Industria después de reconocer que cobró durante cuatro años dos sueldos incompatibles. En su lugar entró el nuevo consejero de Industria, Antonio Couceiro. También llama la atención el número de miembros de la ejecutiva designados personalmente por el presidente, 13 de 39, en lugar de los cinco que designó hace cuatro años.

En el congreso hubo sólo tres comunicaciones, sobre Europa, Bienestar Social y Medio Ambiente, tras lo cual la candidatura fue aclamada de manera uánime por los más de 4.000 compromisarios reunidos en Santiago. Comenzó sin más la ceremonia de clausura, en la que intervino en primer lugar el secretario general, Xosé Cuiña, al que siguió el presidente del PP en La Coruña, José Manuel Romay, que alabó a Fraga como un político "incorrompible".

Posteriormente intervinieron los presidentes provinciales del PP en Lugo y Orense, Francisco Cacharro y José Luis Baltar, quien aseguró que las tres autonomías gobernadas por el PP en España, Galicia, Castillay León y Baleares, son las que tienen ahora un mayor crecimiento económico.

EL FIN SOCIALISTA

En un tono totalmente electoralista, Fraga dictaminó que estamos asistiendo al final de los mitos de la ideología socialista, con divisiones crecientes en todas partes: "No hay salida para ellos. El socialismo del Este fue derrotado en todos los frentes, pero la socialdemocracia ha fracasado hasta en Suecia, y mirad que ese fracaso se llama Carlos Andrés Pérez o se llama Craxi".

En versión del presidene de la Xunta, de los mitos socialistas sólo quedaría la lucha de clases, algo que a su juicio se derrumba cuando se ve como algunos militantes se han enriquecido desde el poder.

Si Fraga había defendido, por encima de un PP galleguista, la creación de una Galicia galleguista, Fraga defendió a los hombres del PP como los auténticos galleguistas: "Otra cosa es desear, permitir, por seguir en el poder, la desintegración del Estado español". Fraga criticó manifestaciones independentistas recientes y apunó: "Porque creemos en las regiones de España y en Galicia queremos un Estado capaz de defenderlas y representarlas y de asegurar la estabilidad sin pactos en favor de los más ricos".

El jefe del Gobierno gallego volvió a lanzar duros ataques también contra el Bloque Nacionalista Galego (BNG): "Ningún radicalismo puede servir para resolver los problemas de nuestra sociedad. Estos fundamentalistas, estos ayatolás del Bloque que dicen que con la independencia van a arreglar los problemas de Galicia mientn".

También comentó que se equivocan y no sirven al país quienes mantienen el modelo centralista y reclamó "un gran pacto autonómico en defensa de todos y de una España que por estar unida será cuando pese en Europa y en el mundo entero".

En su afán por criticar al Gobierno central, Manuel Fraga dijo que el pueblo español sólo quiere unas cuantas cosas elementales: "Quiere seguridad y justicia, quiere ley y orden -todos los días hay un niño que desaparece o es asesinado o es vejado-, quiere moderización de las administraciones públicas, quiere moralización y ejemplarización de la vida pública. Y no me voy a hacer ningún rasgamiento de vestiduras: puede haber pequeños lunares, aquí o allá, pero estos lunares, que pueden ser muy bellos, son una cosa, y otra muy diferente es que ahora España parece una merienda de negros en un túnel donde todo es posible".

FRAGA LLORO

Fraga concluyó su intervención con lagrimas en los ojos, después de reclamar la participación electoral para cambiar la situacin: "Cuanto más avanzo en edad, más aprecio los años pasados y más ilusión tengo por los pocos que me puedan quedan", dijo entre atronadores aplausos, al tiempo que llamó a la militancia activa frente a las tentaciones de indiferencia.

El presidente de la Xunta terminó asegurando que mantiene su decisión de dar el relevo tras esta legislatura, aunque advirtió que va a gobernar el partido y la Xunta en cuatro años: "Voy a dejar las cosas arregladas, como debe ser. Nadie tenga preocupación ni prisa. Lo hremos bien y lo haremos a tiempo", aseguró.

Después de Fraga se sucedieron intervenciones de Mariano Rajoy y de Abel Matutes, primer candidato del PP a las elecciones europeas, quien se mostró seguro de que los comicios marcarán el principio del fin para el Gobierno socialista y el principio de un futuro prometedor".

El congreso del PP de Galicia fue una sucesión de aclamaciones. La primera aclamación del meteórico encuentro, que duró tres horas escasas, fue para el presidente del Deportivo, Auguto César Lendoiro, que también forma parte de la ejecutiva. La última fue para José María Aznar, que defendió al PP de Galicia como germen de lo que a su juicio deberá ser pronto un partido hegemónico en España.

(SERVIMEDIA)
21 Mayo 1994
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