Durante este período de tiempo, la familia Cordón ha recibido las muestras de solidaridad de la práctica totalidad de instituciones aragonesas, así como de las diferentes etidades empresariales y ciudadanas.

Pese al empeño puesto por los familiares, que continúan responsabilizando a los GRAPO del secuestro del presidente de Previasa y máximo accionista del grupo hospitalario Quirón, el paradero de éste sigue siendo un misterio, que se vio agravado cuando, el pasado verano, varios integrantes de la banda terrorista aseguraron haber liberado al secuestrado en Barcelona, tras haber recibido 400 millones de pesetas en concepto de rescate.

Desde entonces, el Ministerio e Interior ha mantenido abiertas todas las hipótesis respecto al caso. Esta indefinición ha causado siempre un profundo malestar a la familia de Publio Cordón, que ha llegado a acusar a los responsables ministeriales de considerar a éste como un secuestrado "de segunda", especialmente en comparación al talante percibido ante situaciones como las vividas por Aldaya u Ortega.