La concentración, convocada por la Secretaría de la Mujer de CCOO con el lema "Agresores a la cárcel, sindicalistas a la calle", se desarrolló coincidiendo con la vistaen la Audiencia Provincial de la apelación contra el auto de procesamiento dictado por el juzgado de instrucción número 22 de Madrid contra los dos sindicalistas, acusados de un presunto delito de injurias.

La decisión de la Audiencia Nacional sobre si se revoca o mantiene el auto de procesamiento dictado contra Naranjo y del Río se conocerá dentro de una o dos semanas a través de la resolución que emitan los jueces que han participado en la vista de la apelación contra el auto.

Los procesados furon demandados por el titular de la empresa contratada para prestar el servicio de hostelería en el Instituto de Salud Carlos III, Manuel Ortíz Castillo, después de que hicieran pública una nota informativa en la que se le implicaba en la violación de la trabajadora del citado instituto C. H. B., de 23 años, en septiembre de 1991.

Además, en la nota informativa, que fue insertada en el tablón de anuncios del Instituto de Salud Carlos III y apareció publicada en varios diarios, CCOO informaba que habíasolicitado al secretario general de este instituto, Rafael Fernández Sedano, la inmediata rescisión del contrato con el presunto violador, sin que fuera tenida en cuenta esta petición.

En el auto de procesamiento, la magistrada considera que las actuaciones de Naranjo y del Río "revisten los caracteres de un delito de injurias", delito castigado con penas de hasta seis meses de prisión y con multas de hasta 300.000 pesetas.

La magistrada decretó la libertad provisional de los dos procesados, y le impuso una fianza de cinco millones de pesetas para asegurar las responsabilidades pecuniarias que puedan derivarse del proceso.

Por su parte, los procesados consideran "injusto" el auto de procesamiento dictado por el juzgado madrileño e insisten en que la nota informativa difundida por CCOO denunciando la violación de la trabajadora de la cafetería del Instituto de Salud Carlos III tenía el único propósito de proteger a la trabajadora.