En primer lugar, compareció el que fuera jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra (JEME), general Luis Alejandre Sintes en mayo de 2003, cuando ocurrió el accidente que se cobró la vida de 62 militares.

El general, según fuentes jurídicas, ha mostrado una actitud "ignorante" durante los 30 minutos que ha declarado, porque continuamente ha dicho que desconocía las presuntas irregularidades en los vuelvos de traslado a los militares españoles a las misiones.

El segundo en comparecer ante el juez fue el teniente coronel de infantería Javier Marino González, quien se ha ratificado en su informe, realizado un mes antes del siniestro, en el que denunciaba irregularidades en los aviones y recomendó que no se usaran los aviones de carga para el transporte de personal.

El magistrado interrogó también al ex jefe de Estado Mayor Conjunto Juan Luis Ibarreta, organismo encargado de organizar los vuelos de traslados de los militares.

Para esta tarde, queda que comparezca el general Manuel Estellés, el jefe del Mando Aéreo de Levante, responsable de la coordinación de los vuelos dependientes del Emacon, en lo que ha organización se refiere.

El comandante Antonio Bendala, también previsto para hoy, ha sido aplazado para el próximo lunes 18 de febrero. Comparece ante el juez porque, como compañero de uno de los militares fallecidos, dijo en su día que recibió el correo electrónico que le remitió el comandante Ripollés denunciando las condiciones del vuelo.

Estos testigos han declarado hoy ante el juez Marlaska a quien la Sala de lo Penal obligó a reabrir la causa sobre el accidente del Yak-42 en la parte relativa a la contratación, que él archivó el pasado 1 de junio.