El motivo es, según la firma de consultoría, que mientras en las redes de telefonía tradicional el envío de faxes es cro por el exceso de regulación que afecta a estas infraestructuras, en Internet es posible realizar el mismo servicio al precio de una llamada local.

Dicho informe señala que el envío de faxes genera dos tercios del gasto en llamadas de larga distancia en las empresas. También muestra que el mercado global de telecomunicaciones de larga distancia mueve al año unos 22,5 billones de pesetas, de los que 9 billones corresponden al envío de faxes.

El estudio muestra también una proyección del uso de ls faxes en el año 2000 y estima que, para esa fecha, el 100% de los envíos internacionales y el 20% de los nacionales se harán por Internet, lo que representará un ahorro de 1,5 billones de pesetas respecto al gasto que representarían con la telefonía tradicional.