Según el acta del jurado, el galardón ha recaído en la Confederación Nacional de Sordos "por su importante labor asociativa, particularmente en la promoción cultural de las personas sordas y en la superación de barreras a la comunicación".

En la persona de María Soriano el jurado ha valorado "su pionera y dilatada labor en el campo de la educación de alumnos con deficiencias, tanto en España como en Hispanoamérica, en particular por su decisiva contribución a la integración escolar".

El Pemio Reina Sofía está dotado con 5 millones de pesetas para cada uno de sus dos apartados, cantidad que aportan la Fundación ONCE, para premiar la labor en el área de rehabilitación, y el Real Patronato, para el área de integración.

La Confederación Nacional de Sordos de España (CNSE) fue fundada en 1936, bajo la Federación Nacional de Sociedades de Sordomudos de España.

La entidad quedó constituida en la Federación Nacional de Sordos en 1979, manteniendo sus funciones de ayuda y representación dl sordo. En 1983 pasó a denominarse Confederación Nacional de Sordos de España.

Actualmente, esta organización está integrada en la Junta de Gobierno del Real Patronato de Prevención y de Atención a Personas con Minusvalía, en el Consejo Rector del Instituto Nacional de Servicios Sociales (Inserso), en la Fundación ONCE y en la Coordinadora Estatal de Representantes de Minusválidos.

UNA VIDA DEDICADA A LOS DISCAPACITADOS

María Soriano, de 92 años, obtuvó el título de maestra de Primera Enseñanz por la Escuela Normal de Maestras de Guadalajara en 1919.

En 1925 se especilizó en Técnicas de Educación Especial en Suiza, Francia y Bélgica, y en 1930 en Alemania y Austria. En 1931 obtuvo el título en Psicología Aplicada por el Instituto de Orientación Profesional de Madrid.

En 1960 fue nombrada directora de la Escuela Central de Anormales, que pasó a denominarse Instituto Nacional de Pedagogía Terapéutica. Hasta su jubilación oficial y administrativa en 1970, María Soriano ha dedicado toda s vida a la docencia, formación de personal e investigación.

En 1981, el Real Patronato de Prevención y Atención a Personas con Minusvalía creó el Premio a la Integración, que fue anual hasta 1983, año en que se empezó a entregar cada dos años.

En 1989 se creó el premio a la Rehabilitación. Fue ese año cuando se unieron los dos premios en la misma convocatoria y pasaron a denominarse Premios Reina Sofía a la Integración y Rehabilitación.

La Comunidad Foral de Navarra y el Centro Público de Edcación Especial de Reeducación de Inválidos de Madrid recibieron los Premios Reina Sofía de Integración y Rehabilitación en 1989, por sus actividades en favor de la integración de personas con discapacidades.